tabaco

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Sopla el tabaco, quemando a la gota del amanecer.
Las miradas seducen mi ser.

Sonrisas en el alma, dibujadas con severa paz a los llantos cantados.
Se mancha de negro, blanqueado por tu pureza y tu suave tiento.
Nublado por tus ojos.
Amarrado entre abrazos.

Comprendo las razones de la razón misma, gracias a tu pensar.
Complemento el verso con el agitar de tus mejillas y las arrugas en la piel.

El soplar de tu viento callándose a sí mismo.
Llevándome consigo.

Y apagándo mi pulmón, la mente logró su vuelo.
Gracias a ese resplandor sonriente.
Gracias a tu estrella en el desierto.

Tabaco apagado el de mi vela.
Tabaco fundido.
Viento apagado.

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