Respiro profundo cuando despierto, un pequeño gemido ahogado se escapa de mí cuando estiro mi espalda. Abro los ojos y parpadeo algunas veces, luego me doy cuenta que el otro lado del colchón está vacío. Giro la cabeza y sólo entonces noto como estoy acostada. Entre las piernas de Mimi, mi cabeza en su vientre. Sólo consigo ver la punta de su nariz y la barbilla, ella parece dormir profundamente. Sonrío, recordando la noche que tuvimos. No puedo decir con certeza en qué momento ella me beso de esa manera que me hace suspirar, sé que prácticamente pasamos toda la noche teniendo sexo.
Fue una de las mejores noches hasta ahora, vale resaltar.
Cierro los ojos para recordar las sonrisas que me dio. La forma cariñosa con la que me toco, la manera de susurrar mi nombre. Soy capaz de sentirla dentro de mí todavía, llevándome a la locura. Sus dedos habilidosos, girando de aquella forma que me dejaba a punto de desfallecer en sus brazos. Su respiración alterada en mi oído mientras se frotaba en mi muslo.
¡Dios!
Mimi es increíble, básicamente en todos los aspectos, principalmente en cualquier cosa relacionada con el sexo.
Y ahora estoy aquí, tumbada en una posición no muy cómoda, mis pies están fuera del colchón, así como la mitad de mi pierna. Pero no me importa. ¿Y por qué? Es tan bueno sentir el calor de su cuerpo, y admirarla dormir es una de mis cosas favoritas. Mimi se mueve un poco, parece comenzar a despertar poco a poco. Luego sus ojos verdes están enfocados en mi rostro.
-Buongiorno, bella mia. (Buen día, linda)
Mimi sonríe soñolienta. Se levanta un poco, mirándome a los ojos. ¿Cómo consigue ser tan linda en cualquier momento? No se despierta menos bonita. Su rostro está un poco marcado, por un lado por la funda del la almohada bordada, sus ojos un poco hinchados como sus labios. Suspiro, ella es la personificación de la belleza.
-Que sexy eres hablando italiano por la mañana. - Coloca una mano en mi rostro, acariciando mi mejilla con su pulgar. - Buenos días, bebé.
Mimi fuerza su acento, haciendo que mi respiración falle un poco. ¡Maldita sea! Ella es tan sexy hablando de esa forma. Mimi sonríe más, parece saber exactamente lo que me causó. Por supuesto que ella sabe, ella siempre sabe.
-Listilla.
-Sé lo que mi acento causa en ti. - Pongo los ojos, Mimi suelta una risita nasal. Demasiado egocéntrica. - ¿Crees que nunca note en la escuela como me mirabas cuando hablaba de esa forma?
-Nunca te mire de alguna manera.
Refunfuño, desviando la mirada. Mimi ahoga una risa. Estoy mintiendo, obviamente. El acento de Mimi siempre fue encantador, y cuando ella hablaba de esa forma... Era como el infierno. No puedo negarlo, siempre la encontré sexy. Mi clase casi siempre jugaba algún tipo de deporte contra la clase de Mimi. Ella siempre llevaba shorts cortos, sólo para provocar a todo el mundo. Como ya he dicho, ella sabe lo que provoca en las personas y lo hace a propósito, sólo por diversión de verlos suspirando por su culpa.
Y yo nunca fui de hierro, miraba sus piernas, principalmente sus muslos y no necesito hablar de su culo, que por cierto, siempre fue duro y levantado. Aunque nunca lo admití siempre me pareció caliente. Pero ya es demasiado de oír eso de mí, no quiero inflar más su ego.
-¿Podemos quedarnos aquí tumbadas todo el día?
-Lo que quieras, pequeña. - Escondo el rostro en su abdomen, ronroneando al sentirla acariciando mi cuero cabelludo con sus uñas cortas. - Pero, ¿Será que puedes subir aquí y darme un beso de buenos días?
-No.
Mi voz salió ahogada por el simple hecho de estar con mi rostro en su vientre. Mimi resopla y trata de jalarme hacia arriba, aseguro su cadera y clavo los dientes justo por encima de su ombligo.
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STUPID WIFE // WARMI
Romance¿Te has imaginado casada con alguien que nunca soportaste en la vida? Ana también nunca lo había imaginado, sino todo lo contrario. Se suponía que iba a ser solo una mañana normal, Ana despertaría, tomaría el café con su familia, e iría a la escuela...