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𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄, cosas nuevas
NARRA APOLO
—¿Estas segura que esto es seguro?—pregunté mirado a Hope.
Estábamos en un parque de skate, por mi increíble de idea, de decirle que me gustaría probar el skate.
Sí, muy random todo, pero surgió así la conversación.
Luego de decir eso, Hope se le ocurrió hacer el segundo paso de "Apolo ámate o si no te sacamos la frutichingafa", y ese era conocer cosas nuevas.
Según Hope, que ahora era como una psicóloga personal y mejor amiga de la vida, esto me ayudaría a conocerme mejor, como por ejemplo mis gustos, mis disgustos, entre otras cosas.
—Tranquilo Apolo. Todo estará bien.—respondió Hope tranquilizándome, mientras me ayudaba a ponerme los protectores para mi cuerpo.
—De todos modos... ¿Sabes andar en skate?—le pregunté curioso.
—Nop. Pero tengo a mi hermano que sí.
—¿Hermano?
—Sep, es ese—dijo apuntando a un niño, que no debía tener más de doce o trece, caminando hacia nosotros.—Viejo, te presento a Benito, mi bro.
Oh, sí. Por si no se los había dicho, hoy Hope venía vestida como una rapera en sus mejores años.
—Hola viejo.—me saludo Benito, extendiéndome su puño.—Llámame Ben, suena más rudo.
Le devolví el puño con una sonrisa divertida.
—Apolo, mucho gusto.
Ben asintió.
—Y... ¿Para que puedo ser bueno, señor y señorita?—nos preguntó a ambos.
—¿Podrías enseñarle andar en skate?—le preguntó Hope, mientras me apuntaba.
