--No sé qué es eso. Todos aprendimos sobre hierbas y las heridas para poder ayudarnos unos a otros. ¿Es eso lo que quieres decir?
--Más o menos.-- Carrasca se apoyó en sus patas delanteras, sintiendo que su corazón latía más rápido. --¿Quiénes eran los otros gatos? ¿Formaban parte de un Clan?-- <<¿Había otro grupo de gatos viviendo cerca de aquí, uno que los Clanes no conocían?>>
--No más preguntas-- ordenó Hojas Caídas. --Necesitas descansar. No te has roto la pierna, sólote la has torcido. Te curarás pronto, y entonces supongo que querrás volver con tus amigos--¡No!-- gritó Carrasca. --¡No puedo volver! JamásHojas Caídas se limitó a encogerse de hombros.
--Eso depende de ti. Acuéstate y deja de retorcerte. Te traeré algo de comer más tarde-- Recogió los restos de espinas de pescado y se alejó.
Carrasca se quedó mirando tras él hasta que las sombras se lo tragaron. Las paredes del túnel parecían más pálidas, como si se filtrara más luz. Cuando había estado hablando, había oído el eco de su voz desde lejos, lo que sugería que su primera impresión había sido correcta y que se encontraba en la entrada de una cueva. No oía nada de agua, así que no era la cueva con el río. Carrasca apoyó su barbilla en sus patas y cerró los ojos. Estaba perdida y herida, pero de alguna manera un gato la había encontrado y la había mantenido viva con comida y agua, y hierbas para su pierna. ¿Había sido enviado por el Clan Estelar? ¿O simplemente fue muy afortunada? En cualquier caso, pensó que estaba a salvo, al menos por ahora.Se despertó de un sueño para encontrar otro pequeño pez a su lado, así como musgo recién empapado y algo más de consuelda. Era más difícil ver las paredes de la cueva, lo que significaba que debía estar más oscuro en el exterior. ¿Era de noche? Carrasca se preguntó cuántos días llevaba aquí abajo. Había sido luna llena cuando ella... se fue. Tal vez Hojas Caídas podría decirle qué luna había ahora. Después de comer su pescado y enmascarar el sabor con la consuelda, Carrasca trató de mantenerse despierta, esperando que Hojas Caídas volviera. La cueva se oscureció hasta que no pudo ver nada. Carrasca se rindió a esperar a su extraño compañero. Vendría de nuevo por la mañana, estaba segura.
Esta vez estaba despierta y medio sentada para lavarse el pecho cuando llegó Hojas Caídas. Llevaba algo más voluminoso y de aspecto más esponjoso que un pez. Carrasca se detuvo entre lametones.
--¡Oye! Has atrapado un ratón.-- Hojas Caídas depositó la presa fresca en sus patas. Parecía sonrojado de triunfo.
--Lo escuché arrastrándose en uno de los túneles-- explicó. --Esperaba que te gustara.
--¡Me gusta!-- maulló Carrasca. --¡Gracias!-- Se inclinó hacia adelante para tomar un bocado, luego miró hacia arriba. --Hay mucho aquí. ¿Quieres un poco?-- Hojas Caídas negó con la cabeza.
--No, es todo tuyo.-- Mientras Carrasca continuaba comiendo, él suavemente pinchó su pata herida. --¿Crees que se está curando?
Carrasca asintió con la boca llena.
--Definitivamente-- murmuró. --Ahora puedo doblarla y no me duele tanto cuando me muevo.
--Puedes intentar caminar sobre ella cuando hayas terminado de comer-- decidió Hojas Caídas. --No muy lejos, pero tienes que empezar a ejercitarla antes de que los músculos se desgasten
Carrasca agitó las orejas con sorpresa. Hojas Caídas sonaba igual que un gato médico. Él ¡debía venir de un Clan! O de algo muy cercano a un Clan, como la Tribu de las Aguas Rápidas. Tragó y maulló:
--¿Eres un gato de la Tribu? ¿Vienes de las montañas?-- Hojas Caídas la miró sin comprender.
--Este es mi hogar ahora-- respondió. --No hay ningún otro lugar.
Carrasca se estremeció como si una garra fría hubiera recorrido su columna vertebral. Había algo en la voz de Hojas Caídas que la hacía sentir más sola y desesperada de lo que podía imaginar. Se enderezó y apartó los restos de orejas y cola de ratón.
--¿Por dónde debo caminar?-- preguntó.
--No te emociones demasiado-- advirtió Hojas Caídas. --Sólo unos pocos pasos hoy, eso es todo.
Carrasca usó sus patas delanteras para empujarse hacia sus patas. Una puñalada de dolor corrió por su pata herida, pero respiró profundamente y mantuvo su pata en el suelo. Vacilante, dio un paso adelante. Su pata trasera se mantuvo, aunque se sentía débil y no estaba conectada al resto de ella. Carrasca cojeó hacia el lugar donde la luz era más fuerte. Las paredes del túnel se abrían a ambos lados en una pequeña cueva, de unos seis zorros de ancho. Un pequeño agujero en el techo brillaba con luz, tan brillante que Carrasca tuvo que entornar los ojos para mirarlo.
--El sol está brillando hoy-- comentó Hojas Caídas mientras se acercaba a ella. Carrasca se volvió hacia él.
--¿Sales alguna vez afuera? ¿Cómo puedes vivir aquí todo el tiempo?-- Hojas Caídas apartó la mirada.
--Este es mi hogar-- repitió. --Ahora, ¿puedes volver a tu lecho?"
Carrasca comenzó a caminar de vuelta por el túnel, frustrada por no haber ido más lejos. Pero para cuando llegó a la pila de plumas le dolía mucho la pata, y se hundió con alivio.
--Puedes volver a intentarlo mañana-- maulló Hojas Caídas como si se diera cuenta de que le dolía. --Descansa ahora.
Se dio la vuelta para irse, pero Carrasca extendió una pata.
--¡Espera! Estoy aburrida de estar sola. ¿No puedes quedarte y hablar conmigo?-- Hojas Caídas la miró con sus sombríos ojos azules.
--Descansa-- maulló. --Así tu pierna se curará más rápido. Te veré más tarde.
Se alejó y Carrasca se desplomó sobre las plumas. Deseó que su pierna mejorara pronto. Ella quería escapar del Clan del Trueno, pero una vida en la oscuridad, dependiendo de otro gato para comida y agua, no era lo que había imaginado.
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Well that's all the chapter 2(Bueno, ese es todo el capitulo 2)
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Hollyleaf's Story (Traducción)
Novela JuvenilHola, está es mi primera traducción; les recomiendo, haber leído hasta Susurros Nocturnos para evitar cualquier inconveniente(los libros los traduce una chica llamada @neereag_) Aclaro puede haber fallos y toda la historia le pertenece a Erin Hunter