Capitulo 3

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El delgado rayo de sol se sentía cálido en su pelaje mientras Carrasca marchaba por la cueva y volvía sobre sus cuatro patas. 

--¿Ves?-- desafió a Hojas Caídas, que estaba sentado en la entrada. --¡Como nueva!

Parecía que habían pasado temporadas enteras antes de que Carrasca fuera capaz de atravesar la cueva sin cojear, pero Hojas Caídas le aseguró que la luna no estaba llena todavía. Había insistido que se quedara dentro de la cueva para hacer ejercicio, caminando en círculos hasta que se sintiera mareada. Aún así, la dejó sola la mayor parte del día y toda la noche, pero Carrasca no quería empezar a vagar por las cuevas sin él. Había tenido suerte una vez; no podía confiar en que Hojas Caídas la encontrara de nuevo.Hojas Caídas se acercó y le olió la pierna. 

--Si estás diciendo la verdad sobre que no te duele, entonces debe haberse curado

--¡Por supuesto que estoy diciendo la verdad!-- protestó Carrasca. ¿Cómo se atrevía a sugerir que estaba mintiendo? 

La verdad era lo único que importaba, siempre. Pero no se sintió así cuando derramé los secretos de mi Clan secretos de mi Clan en la Asamblea Carrasca apartó de su mente la imagen del rostro horrorizado de Esquiruela. 

--¿Podemos explorar ahora-- preguntó.

Hojas Caídas trazó una línea en el polvo de piedra con su pata. 

--¿Quieres decir que quieres que te muestre la salida

--¡No!-- exclamó Carrasca. --Quiero que me enseñes tu casa. ¿Dónde está la cueva con el río? ¿Hasta dónde llegan los túneles?El gato pelirrojo y blanco la miró sorprendido. 

--¿De verdad quieres saberlo? La mayoría de los gatos quieren salir directamente de aquí

Había tanto dolor en sus ojos que Carrasca sintió una oleada de simpatía. 

--No tengo ningún otro sitio al que ir-- maulló suavemente. --Has sido un buen amigo para mí, Hojas Caídas. ¿Por qué querría dejarte ahora?

Hojas Caídas condujo a Carrasca por un estrecho túnel en el lado opuesto de la cueva, en una oscuridad tan espesa que parecía que el pelaje de Carrasca se mojaba como el agua. El suelo se sentía suave y frío bajo sus patas, y sólo era consciente de las paredes a ambos lados cuando las puntas de sus bigotes las rozaban.  Al principio reaccionaba demasiado tarde y se estrellaba contra la pared opuesta, pero pronto aprendió a mover la cabeza lo más mínimo cuando sus bigotes le daban un cosquilleo.--El túnel se abre aquí abajo-- dijo Hojas Caídas por encima de su hombro. Debió oírla tropezar de un lado a otro.

Carrasca se dio cuenta de que podía ver la silueta de su compañero contra un tono más pálido de gris. El sonido del agua resonaba en el túnel, no exactamente un chapoteo, sino un suave murmullo líquido que sólo podía ser el río subterráneo. Carrasca empezó a trotar, pasando por delante de Hojas Caídas e irrumpiendo en la enorme caverna

Estaba lleno de luz oscura y para Carrasca, después de estar atrapada en la oscuridad durante tanto tiempo, parecía tan familiar y acogedor como su guarida en la cueva. Frente a ella estaba el río, no agresivo y tranquilo entre sus orillas de piedra poco profundas, y allí estaba el saliente en lo alto de la pared donde Leonado había acordado estar.

--Tu hermano y la gata jugaban ahí arriba-- comentó Hojas Caídas, acercándose a su lado junto a ella.

Se refería a Leonado y a Coa Brecina. Carrasca sintió una sensación de incomodidad. ¿La impresión de Hojas Caídas sobre los Clanes se basaba en que los gatos se escondían fuera de la vista y rompían el código de los guerreros? Para cambiar de tema, señaló con la cabeza un túnel en el otro lado del río. 

Hollyleaf's Story (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora