¡Hotman! [JetKo] ||ATLA||

2. El Comienzo De La Preocupación

La única palabra correcta para describir los eventos que sucedieron durante la próxima semana era desastre.

Ahora que Jet era consciente de ser capaz de controlar el fuego y que tenía una vaga idea de cómo sus emociones influyen en él, había optado por fingir que no lo tenía; después de todo, fingir que no existe es lo mismo que no existir. Pero el plan no le estaba saliendo tan bien como lo había pensado en un principio, pues, pese a intentar controlar su temperamento, había ocasiones donde se salía de control.

Había comenzado con pequeños cambios, como cuando se volvió totalmente consciente de que ahora se levantaba con el sol y que su energía se sentía al límite y rebosante al medio dia; después comenzó a notar que resistía más el calor y las cosas calientes y que las pequeñas flamas de las velas o la estufa se agitaban cada que respiraba. Era tan involuntario y aleatorio que lo comenzó a asustar, un poco. ¿Y si Smellerbee y Longshot se daban cuenta o comenzaban a sospechar? Quiso descartar todas sus preocupaciones, sin embargo sucedió algo peor: fue una tarde donde se sentía terriblemente mal y su cabeza palpitaba como si estuviera a punto de explotar por lo que había decidido quedarse en ''casa'' durante el resto del día, o al menos hasta que se sintiera mejor. Hasta cierto punto del día todo iba bien, se había preparado un té relajante (aunque no fuera muy fan del té) y mientras se recostada en uno de los catres se había dado a la tarea de pensar en todo lo que le pasó desde que llegó a Ba Sing Se: Li y Mushi, la horrible ciudad, el (su) fuego, Yīnguǒ... 

Entre todo el caos de su mente, no se dio cuenta de que su mano soltó una chispa, apenas y fue pequeña pero fue suficiente para que la manta que colgaba del catre comenzará a arder.

Él humo llegó primero a sus fosas nasales, se levantó con prisa y vio la cobija incendiada arrastrar su fuego hacia la madera del catre que poco a poco también se prendía. Corrió desesperado a la cocina por un balde de agua y, después de varias vueltas, había logrado apagar el fuego. Quizá pudo haberlo apagado sin ayuda del agua. Quizá no se hubiera incendiado en primer lugar si no fuera por él y sus tontos descuidos.

Entonces la culpa lo invadió, ¿y si no se hubiera dado cuenta del Fuego? ¿Y si hubiera sido más grande? ¿Y si Bee y Shot hubieran estado en casa? ¿Y si...? Y si... Y si...

No, tenía que evitar que algo igual o peor volviera a pasar. Los Maestros Fuego quemaban por placer, pero él era tierra y evitaría a toda costa que el fuego se saliera de control.

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Si bien estaba decidido a no causar daño, tenía un problema:

El cómo.

Jet no sabía nada de fuego control, al menos nada que pudiera usar para aprenderlo y no para pelear contra el fuego control.

Se decidió por realizar un plan de cinco fases:

1-. Evita que alguien se entere, especialmente Smellerbee y Longshot.

2-. Comienza a controlar tus emociones.

3-. Busca un lugar seguro y lleva mucha, pero mucha agua.

4-. Aprende fuego control.

5-. Restriegale al estúpido espíritu que no puede doblegar te.

El punto uno y dos los había logrado durante toda la semana, el tres ya lo tenía pues la bodega que reclamó como su lugar era la más indicada, el punto cuatro pronto se pondría en proceso y para el cinco sólo había que esperar un poco mal. 

Si, era simple. 

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No queriendo arriesgarse a intentar cosas grandes, comenzó tratando de controlar el fuego de una vela.

Smellerbee se había dado cuenta de la cobija quemada; Jet le mintió diciendo que estaba envuelto en ella mientras preparaba té y accidentalmente se había incendiado y no se había dado cuenta hasta que estuvo de nuevo en su catre. Por supuesto Smellerbee vio a través de su mentira aunque no cuestionó nada. Jet podía ser persuasivo y tener un don para la manipulación, pero Bee también era buena leyendo a la gente y siempre pudo ver a través de las mentiras. 

Al día siguiente del accidente, llevó algunos pares de cubetas (que robó de por ahí) llenas de agua a la bodega. Cómo iba a comenzar con algo pequeño no vio la necesidad de llevar más. Se sentó frente a la vela y colocó sus manos al borde de la flama. Se concentró lo más que pudo, intentó aguantar pero el calor de la cercanía le quemaba las manos por lo que prontamente se frustró. Lo intentó más, no funcionaba, la vela seguía igual. Siguió intentando, exasperado y con la molestia floreciendo en su estómago, nada pasó. Soltó un grito exasperado.

La vela explotó en su cara.

Nada se incendió, además de las esperanzas de Jet. Y al final el agua sólo sirvió para aplacar su cabello chamuscado y limpiar el hollín o ceniza de su rostro. 

Era más complicado de lo que creía.

Y la semana siguiente, cuando seguía tratando de ''aprender'' (más bien se obligaba), se sintió frustrado porque, todo, siempre explotaba en su cara. Literalmente.

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El capítulo es mucho más pequeño y corto que el anterior, pero eso se debe a que, principalmente público esta historia como una serie en ao3.