Capítulo 12

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Luego de un rato en el auto de Sean mientras iban de regreso, Grace se dio el tiempo de pensar y escuchar a sus amigos respecto a la discusión, aún seguía molesta, pero debía admitir que aquello había sido muy tonto, por lo que le dio la razón a Ruby una vez que la puso en perspectiva, Luke estaba ebrio y pelear con él era hacerlo no solo con sus amigos sino con Craig y tenía que ser honesta, de interceder Sean no iban poder contra cinco, por lo que Grace agradeció esa oportuna interrupción y parecía estar conforme con eso, aunque Sherlock no podía estar del todo seguro, conocía a su amiga, pero ese no era problema, el problema era Luke y de que iban en la misma escuela.

Minutos más tarde Sean se estaciono dos calles antes de la casa de Grace, en el mismo sitio donde la había recogido, ella se bajó del auto y noto que Sherlock la siguió.

—Puedo llevarte hasta tu casa, dime dónde vives—le comentó Sean, pero Sherlock se negó.

—La acompañare y luego caminaré, no está lejos—Sean miro Grace como esperando algún tipo de aprobación y ella solo asintió con la cabeza.

—Estaremos bien—respondió y se recargo de la ventana del auto para despedirse. —Gracias por todo chicos, Sean estuviste increíble y Ruby no se que hubiera hecho sin ti—dijo agradecida con una sonrisa.

—Ni lo menciones Grace, no vemos en escuela—respondió Sean guiñándole un ojo mientras ella se apartaba de la ventana.

—Descansa y...—Ruby se acercó a la venta para decirle algo en una voz más o menos baja sin importarle que Sean se encontraba a su lado o que Sherlock la escuchara. —No olvides contarme cómo te va con el gatito—concluyó con una sonrisa divertida.

—¿Disculpa?—interrumpió Sherlock notablemente confundido lo que llevó a Grace a actuar rápido tomándolo del brazo para empezar a caminar hacia su casa evitando dar más explicaciones mientras que en el auto Sean se giró un momento para ver a Ruby algo divertido.

—¿Crees que esos dos...—empezó a cuestionar algo incrédulo que ni siquiera fue capaz de terminar su pregunta y su amiga solo negó teniendo esa misma duda en la cabeza.

—No tengo ni idea—dijo mientras veía a su amiga y a ese chico alejarse por la acera.

(...)

Sherlock y Grace caminaron hasta la puerta trasera de su casa, desde afuera se podía apreciar que las luces seguían apagadas lo que era buena señal, abrió la puerta y antes de entrar le indico a su amigo que se quitara los zapatos, aunque ella no vaciló en ningún momento se admitió que desde la primera vez que escapó así de su casa no había vuelto a experimentar esa adrenalina de ser descubierta hasta esa noche, no solo por la mentira de Sean, sino porque esta vez estaba por meter a un chico a su habitación a escondidas, si la descubrían no solo estaría en problemas, sino a un paso de un colegio militar o un internado religioso, aunque conociendo a su padre acabaría en la primera opción.

Una vez que se encontraron a salvo en la habitación, Grace soltó un respiro aliviada mientras se recargaba de la puerta, por el contrario Sherlock no parecía estar para nada nervioso.

—¿Por qué estás nerviosa? Fue tu idea que entrara—le dijo en voz baja tomando asiento en la silla al frente de su escritorio.

—No iba a dejar que caminaras 15 minutos en la oscuridad, al menos espera a que den las 6 de la mañana—le explicó quitándose de encima la chaqueta y el suéter de cuello para quedar en una camiseta mientras se adentraba en su closet, ella cerró la puerta para poder ponerse su pijama, el closet no era grande, pero pudo cambiarse con la puerta cerrada sin problemas por lo que salió momentos después con un pantalón y una camisa de manga larga, Grace fue hasta su cama y tomó asiento al frente de Sherlock para poder conversar al fin lo que tenían pendiente.

¿Puedo tomar tu pulso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora