¿Puedo tomar tu pulso?

Capítulo 22

Grace permaneció en el hospital los siguientes dos días y tal como lo había esperado los oficiales tomaron su declaración de los hechos, la misma que había acordado con Sherlock para evitar complicar la situación, después de eso cuando por fin pudo salir del hospital en lugar de ir a casa y descansar su primera parada fue en la estación donde aún le quedaba identificar al agresor y aquello fue difícil porque no esperaba verlo tan pronto, sabía que estaría detrás de un vidrio y que no la vería sin embargo no dejo de sentir miedo a pesar de tener a su padre al lado todo el tiempo, en cuanto a su charla pendiente, si la tuvieron, no con todos los detalles que ella esperaba, pero la hubo ¿Qué sí le dijo la verdad sobre su madre? sí, aunque tuvo que fingir estar sorprendida por un rato y luego tocaron otro tema más, uno no menos importante, Sherlock.

El inspector Howland había quedado muy intrigado por el chico sobre todo porque la versión que Grace había dado sobre lo que sucedió coincidió muy bien con las deducciones del joven por lo que a ella no le quedó de otra que contarle lo poco que había visto sobre eso y lo mucho que lo admiraba por esa razón, así que el inspector no se abstuvo en ningún momento de comentarle a sus colegas de lo perspicaz que había resultado ser el amigo de su hija y ella no pudo sentirse más orgullosa por eso, porque, aunque su padre no lo supiera había hecho algo bueno, aún cuando Sherlock siempre le dijera que el crédito no le interesaba ella siempre creyó que de todos modos él se lo merecía.

Grace estaba consciente que en esa ocasión no era un reconocimiento como tal, pero por lo menos alguien más había sido testigo de lo bueno que era Sherlock para ese trabajo por lo que un poco de atención hacia eso no estaba tan mal, sabía que su amigo jamás lo aceptaría, aunque en el fondo estaba satisfecho y le gustaba un poco ser el centro de atención.

También durante eso días sucedió algo más en lo que nadie la había preparado, paso el mismo día que tuvo que estar en la estación, justo después de que había terminado con todo lo relacionado al incidente, ella se encontraba en la recepción de la estación sentada en la sala de espera mientras aguardaba a que su padre saliera de resolver algunos asuntos en su oficina, cuando su atención se concentró en alguien que salía del elevador y que creyó reconocer, un hombre alto y de traje muy elegante que sobresalía del contexto del lugar, él caminó por la estancia con un paraguas como bastón y no iba solo pues detrás de él lo seguía el oficial Burton al parecer discutiendo sobre algo, durante un instante sus miradas se encontraron y a Grace no le quedaron más dudas.

Lo recordaba bien pese a que solo lo había visto en una fotografía y lucía exactamente igual de serio y riguroso. Según Sherlock las coincidencias no existían por lo que no fue complicado tener una teoría sobre lo que estaba haciendo ahí el hermano mayor de su amigo, ella bajó su mirada al walkman que tenía en sus manos tratando de ignorar lo que pasaba pues después de todo era algo que seguramente solo le competía a los Holmes por ello no creyó prudente que tuviera que meterse, al menos hasta que levanto la mirada y observo como Mycroft Holmes se acercaba a la sala.

Tenía que admitir que el hecho de conocerlo siempre  había causado curiosidad, pero al estar apunto de eso ya no estaba tan segura de quererlo y evidentemente un nerviosismo recorrió su cuerpo al mirar cómo el hombre se sentaba al frente de ella y la miraba directamente sin ninguna vergüenza, Grace tuvo que hacer un esfuerzo por no parecer grosera debido a la incómoda situación, se apartó los audífonos y se dispuso a intentar presentarse, pero él se adelantó.

—Será mejor ahorrarnos las presentaciones—le pidió y ella asintió con un movimiento de cabeza.

—También es un gusto conocerlo señor Holmes, lo escucho—le dijo con respeto, el tipo no era tan mayor que ella, pero irradiaba tanta autoridad que eso lo hacía parecer mayor, Mycroft la miró con cierta paciencia y Grace intentó mostrarse serena.