ᏟᎪᏢᏆ́ͲႮᏞϴ ͲᎡᎬՏ

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ʀɛʐa, ʀɛʐa ʍɨɛռtʀas քʊɛɖas;
զʊɛ ɖɨօs ʏa ռօ ɛstá.”

Las palabras de los ángeles retumban en mi cabeza, haciéndome recordar a Warren y nuestra charla obligatoria. Ahora que ha sucedido esto puedo aceptar que me equivoqué un poco, el loco Warren decía la verdad.

A pesar de estar en un "bando contrario", me impacta escuchar como Dios nos ha dejado a nuestra suerte, bueno, lo ha dejado a su suerte. Descendemos hasta tocar piso firme, encontrándome a Luzbel y Leviathan tomando del cuello a Warren, quien para mí sorpresa sigue vivo. Algo descuidado y herido, pero vivo.

—¿Dónde están las alas? —exige saber Luzbel.

Su voz suena diferente a la que había escuchado antes, su apariencia igual cambió. Esté sin duda sin duda luce como el diablo que todos temen, ese que con solo escuchar su nombre tiemblas.

—No estoy seguro, fue hace años. Puede que ya no estén ahí —responde en un jadeo, temblando de pies a cabeza.

Uy, respuesta equivocada.

—Eres un inútil —el puño de Luzbel impacta con el ojo de Warren.

El viejo gira su rostro por el impacto del golpe, regresa su mirada y percibo un hilo de sangre correr de su ceja hacia el piso.

—Espera... —intenta tomar aire—. Puedo ayudarlos a entrar. Soy humano, el hechizo no me detiene.

Nos alertamos ante esa idea, puede ser que Warren nos ayude a sacar las alas. Las probabilidades de que nos traicione son muy altas, pero si realmente quiere salir con vida no lo haría.

Es buena idea— comenta Leviathan en el mismo idioma de antes. Me gustaría aprenderlo, es algo curioso y nuevo para mis oídos.

Quizá en el mundo de las malas ideas —responde Luzbel en el mismo idioma, y a juzgar por sus gestos había dicho algo sarcástico.

Belial niega con gesto serio, parece mantener un debate interior. Muerdo mis uñas hecha un manojo de emociones: preocupación, nervios, miedo.

Miedo a que fracase, miedo a que la tierra no vuelva a ser la misma, me aterra siquiera pensarlo.

—Hagámoslo —exclama Belial, para sorpresa de todos.

Luzbel parece a punto de replicar, bastó una mirada dura por parte de Belial para que apretara los labios y volteara a otra parte.

—Qué va, no creo que te imbécil pueda siquiera pensar en traicionarnos. No si realmente aprecia su vida.

Se acera a Warren y continúa hablando solo para él, no alcanzo a escucha lo que dice, pero con solo ver el rostro pálido del humano agradezco no acercarme e intentar oír.

Miro mi alrededor encontrándome con una persona algo lejos, inmóvil y viendo a nuestra dirección. Maldigo que este oscuro, no puedo reconocer su rostro. Me acerco a Leviathan, quien observa las amenazas hacia Warren completamente aburrido. Lo sujeto del brazo y jalo a dónde estaba parada hace un momento, con un gesto le indico que viera a dónde se encuentra lo que vi.

Su rostro delata confusión, aprieto los dientes y me giro para señalarle donde tiene que ver. Encuentro oscuridad, tanta que temo que se haya tragado lo que vi, porque por más que enfoco mi vista, me doy cuenta que ya no hay nadie.

—¿Que sucede, pequeña? —palmea mi cabeza.

—No soy pequeña —mascullé recorriendo nuestro alrededor en busca de la persona que vi.

ARMAGEDON: Ángeles vs DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora