CAPÍTULO XII

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LEO

—Hey… Hola… —me saludo Eli al llegar al lobby del hotel.

—Hola… ¿Cómo estás? —Salude.

—Bien, ¿Tú como sigues? —inquirió.

—Bien, ahí voy ya sabes, de hecho ¿Me podrías ayudar a subir? Iba de salida y se me quedo la billetera en la habitación.

—Si claro… Vamos… Igual también subiré a descansar, estaba con Jonas y quede cansada.

Subimos hasta llegar a nuestro piso, Eli me acompaño hasta la puerta de mi habitación, escuche unas risas en el interior y abrí la puerta rápidamente Mi mirada de poso en aquellas imágenes que estaban presente en la habitación, Audry estaba con Julian.

—Au… Audry —dije impresionado.

—¿Qué haces aquí tú no ibas a salir? —dijo audry mientras se tapaba con las sabanas.

Julian miraba a otro lado tratando de no hacer contacto visual conmigo.

—Eli… Llévame a otro lugar favor —dije entre lágrimas.

Cerré aquella puerta y dejé llevarme por Eli… Ella empujaba mi silla de ruedas para así llevarme me sentía inservible, me sentía insuficiente ni para caminar solo podía.

—Perdón… —dije. —perdón por todo lo que te hice, creo que te hice tanto daño, daño el cual estoy pagando ahora el karma jugo muy fuerte conmigo.

—Tranquilo… Tranquilo —dijo Eli dándome un abrazo, ella se agachó pero para sí hablarme a los ojos.

Me destruí en aquel momento… Tire mis brazos para sentirla sé nuevo… Entre lágrimas ella trató de calmarme ahí en la mitad de aquel pasillo, mi mejilla rozo la suya sentí su cálida respiración fui inevitable intentar besarla, mis labios rozaron los suyos, ella siguió aquel beso… Hace mucho no sentía sus dulces y hermosos labios. El sonido de alguien tosiendo interrumpió aquel momento.

—Alex… Yo… —dijo Eli nerviosa.

—Yo fui, perdón… Yo la besé… Todo fue mi culpa —dije tratando de defenderla…

Alex nos miró y entro a su habitación, Eli lo siguió y entro igual… Ahí quede yo en la mitad de aquel pasillo, con la vida totalmente destrozada.

JONAS

Nos despedimos del papa de Jorge y abordamos el avión que nos llevaría a Barranquilla, regresaría a mi hermosa ciudad a mi ciudad natal guardaba una hermosa esperanza de a que algo hermoso al regresar.

—A partir de hoy empezaremos una nueva vida tú y yo juntos… —dijo Jorge tomando mi mano.

—¿Siempre juntos? —inquirí

—Siempre juntos —confirmo mirándome a los ojos.

El calor de Barranquilla se hizo sentir apenas bajamos del avión ese calor me abrazo complementé haciéndome sentir en casa.

—Extraña este calor —dije abriendo mis brazos.

Caminábamos juntos por los pasillos del aeropuerto buscando la salida más cercana.

—¿Jonas? —dijo una voz femenina muy conocida.

Volteo a ver y era Alondra.

—¡Alondra! — grité emocionado al verla… Fue inevitable contener las ganas de llorar al verla recordé todo mi pasado.

—¿Qué paso? ¿Cómo estás? Ya casi un año nos vemos ¿Y Dereck? —inquirió.

Y Dereck… Su pregunta me había hecho reír entre lágrimas…

—Dereck… Dereck murió el día que nos casamos… Fue brutalmente asesinado por mí…

—Yo… Yo lo siento no debí preguntar perdón —dijo alondra interrumpiendo.

—No… Tranquila… Es tema superado, me costó, pero con la ayuda de muchas personas, te presento a Jorge mi prometo.

—Mucho gusto… Soy Alondra… ¿Y dónde estás viviendo? —inquirió.

—Pues acabo venir de Barcelona estaba viviendo en España y bueno ya nos venimos a Colombia para los temas de la boda… ¿Y tú a donde vas?

—Yo pues viajaré a Cali a visitar unos familiares, bueno te dejo me dejara el avión —dijo alondra despidiéndose

—Me encanto verte.

—igual… —anunció alejándose

—¿Una amiga? —pregunto Jorge.

—No… Una ex… Larga historia, ella y Alexandra son dos chicas que por cosas de la vida nos separamos, pero me encantaría volverlas a ver.

—contesté. —¿Alexandra? —pregunto.

—Sí… Otra vieja amiga… Algún día conocerás mi pasado antes de Dereck —dije entre risas.

El viaje en bus a montería fue muy rápido acompañado de Jorge fue muy especial… Aquella ruta era muy cotidiana en mí… Al llegar a casa mamá y Antonio nos recibieron muy bien, mi mamá estaba muy contenta igual de Antonio, en la casa se sentía una alegría y se respiraba tranquilidad y armonía.

—Bueno… Les tenemos una noticia —dije mientras mamá preparaba la mesa. Antonio y mi madre nos miraron mientras Jorge me sonrió muy coqueto.

—¡Nos vamos a casar! —dije emocionado. Mi mamá comenzó a saltar de la alegría, al igual que Antonio, ella abrazó fuerte a Jorge de la alegría.

—¿Y ya tienen fecha? —pregunto Antonio.

—Pues hasta ahora solo hemos pensado en diciembre… El mejor mes…

—¡¿Diciembre?! Pero si ya falta poco, debemos hacer los preparativos… —dijo mi madre.

—Será la mejor boda. —dijo Jorge emocionado. Todos juntos cenando emocionados por aquella noticia que era alegría y emociones para todos.

PECCATUM IV [#4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora