50 Sombras De Anastasia (mundo Paralelo De 50 Sombras De Grey)

capitulo 1

Me miro en el espejo y frunzo el ceño, disgustado mi pelo parece un nido de pájaros. ¡No puedo arreglarlo! Y maldito sea Elliot kavanagh, que se ha puesto enfermo y me ha metido en esto. Tendría que estar estudiando para los exámenes que son la semana que viene pero, ¿que estoy haciendo? Arreglándome para entrevistar a la misteriosa Anastasia Steele, mientras veo que hago con esta mata de pelo rubio, observó al chico pálido con el que comparto habitación. Elliot es alto, ancho de hombros, pelo rubio y rizado, y con esos ojos grandes que me miran.

Justo hoy le ha pillado un fuerte resfriado y por eso no puede hacer la entrevista para el periódico de la facultad, con la mega empresaria Anastasia Steele de la cual hasta ahora he oído mencionar. Así que me tocara a mi hacer esa entrevista, debería estar estudiando, tengo que terminar un trabajo y se suponía que a eso iba a dedicarme esta tarde, pero no. Lo que haré será conducir hasta Seattle para reunirme con la enigmática dueña de la empresa Steele Enterprises Holdings, Inc. Como empresaria excepcional y principal de varias sedes de nuestra universidad su tiempo es extremadamente valioso y después de tanto insistirle al fin le dieron su cita. Un bombazo según el ¡malditas sean sus actividades extra académicas! .

Elliot esta acostado en el sofá del salón.

-Christian, lo siento. Tarde nueve meses en programar esta cita. Si pido que me cambien el día, tendré que esperar otros seis meses y para entonce ya estaremos graduados . Soy el responsable de la revista, no puedo echar esta oportunidad a la basura. Por favor... - me dice Elliot suplicante con si voz ronca por el resfriado ,aveces es como un crió.

¿Como lo hace? Incluso con un resfriado le siguen cayendo mujeres a sus pies, con su cabello rubio y rizado sin ningún mechón despeinado, y con sus ojos azules brillantes, aunque claro ahora los tiene rojos y llorosos. Es inevitable no tenerle lastima.

-Ya cállate, que si iré, Elliot vuelve a la cama te he dejado sopa de pollo en el horno, solo hay que calentarla. ¿Que quieres una aspirina o un paracetamol?

-Paracetamol, por favor. Aquí tienes las preguntas y la grabadora. Solo espicha acá y toma nota. Luego ya lo reescribiré todo.

-No se nada de ella - Digo en un murmullo mientras siento como el miedo va creciendo en mi interior.

-Te harás una idea por las preguntas. Ahora saca tu culo de acá, que se te hará tarde. Ah, suerte y gracias. Me salvaste la vida literalmente.

Cojo el maletín, y le ofrezca una sonrisa al salir. Me dirijo al coche, no puedo creer que haya accedido a esto, pero Elliot es capaz de convencer a cualquiera, sobre lo que sea. Tendrá un gran futuro como periodista. Sabe expresarse y discutir, es fuerte, convincente y atractivo. Y es mi mejor amigo.

Apenas hay tráfico cuando salgo de Vancouver, Washington, en dirección a la interestatal 5. Es temprano y no tengo que estar en Seattle hasta las dos del medio día. Por suerte, Elliot me ha prestado su mercedes CLK. No tengo creo que pudiera llegar a tiempo con Wanda, mi viejo escarabajo.

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Me dirijo a la sede principal de la multinacional de la señorita Steele, un enorme edificio aparece al frente de mis ojos, una fantasía arquitectónica, todo es de vidrio y acero, y con las palabras Steele House en un discreto metálico con las puertas acristaladas de la entrada. Son las doce menos cuarto cuando llego. Entro en el inmenso - y muy intimidante a decir verdad- Vestíbulo de vidrio, acero y piedra blanca, me siento aliviado de no haber llegado tarde.

Desde el otro lado de un mostrador de piedra me sonrie agradablemente un chico rubio, atractivo y perfectamente arreglado. Lleva una Americana gris oscura y un pantalón del mismo color.