Capitulo tres

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Elliot se pone muy contento al decirle lo que paso hoy.
—¿Pero que hacia en Clayton's?
Su curiosidad resuma por el teléfono. Estoy al fondo del almacén e intento que mi voz suene calmada.
—Pasaba por aquí.
—Me parece demasiada casualidad, Christian. ¿No crees que ha ido a verte?
Mi pecho retumba de solo pensarlo, pero esa sensación dura poco. La triste y decepcionante  realidad es que había venido por trabajo.
— Ha venido a visitar el departamento de agricultura de la universidad. Financia una investigación. —murmuro.
—Si,si. Ha donado al departamento de agricultura dos millones y medio de dolares.
Uau.
—¿ Como lo sabes?
—Christian, soy periodista y estoy escribiendo un articulo sobre este tipo. Mi obligación es saberlo.
—Vale, Einstein no te enojes. Bueno, ¿Quieres esas fotos?
—Pues claro, el problema es quien va a hacerlas y cuando.
—Podríamos preguntarle a ella donde. Ha dicho que se quedaría por la zona.
—¿Puedes contactar con ella?
— Tengo su móvil.
Elliot maldice.
—¿La soltera millonaria, escurridiza y mas enigmática de todo el estado de Washington te ha dado su numero móvil?
—Bueno... Si.
—¡Christian! Le gustas. No me cabe la menor duda. —afirma arrogantemente.
—Elliot, solo quiere ser amable.
Pero incluso mientras lo digo se que no es verdad. Anastasia Steele no es amable. Es educada, quizá. Y una voz me susurra: Tal vez Elliot tenga razón. Se me ponen los pelos de punta de solo pensarlo. Después de todo, es cierto que le agrado que Elliot no le hiciera la entrevista. Me reconfortó a mi mismo con un poco de esperanza y me revuelvo el cabello considerando la posibilidad de que por un instante pueda gustarle. Elliot me devuelve al presente.
—No se como podremos hacer la sesión. Levi, nuestro fotógrafo habitual, no puede. Ha ido a Idaho Falls a pesar el fin de semana con la familia. Se irritara al saber que perdió la oportunidad de fotografiar a uno del los empresarios mas importantes de nuestro país.
—Mmm... ¿Y Jenny?
—¡Buena idea! Pídeselo tu. Haría cualquier cosa por ti. Luego llamas a Steele y le preguntas donde quiere que hagamos la sesión.
Elliot es muy cruel con Jenny.
—Creo que deberías llamarla tu.
—¿A quien?¿A Jenny?—me pregunta en tono de burla.
—No, a Steele.
—Christian, eres tu la que tiene un trato con el.
—¿Trato? —exclamo— Apenas la conozco.
—Al menos has hablado con ella.—dice implacable —. Y tal parece que quiere conocerte mejor.
Christian, llámala y punto.
Y me cuelga. A veces es muy autoritario. Frunzo el ceño y le saco el dedo medio al teléfono.
Estoy dejándole un mensaje a Jenny cuando Paula entra al almacén a buscar papel de lija.
—Christian tenemos trabajo allá afuera—me dice sin acritud.
—Si, perdona —murmuro, y me doy la vuelta para salir.
—¿De que conocer a Anastasia Steele?
Paula intenta mostrarse indiferente, pero no lo consigue.
—Tuve que entrevistarla para la revista de la facultad. Elliot no se encontraba bien.
Me encojo de hombros intentando restarle importancia, pero no lo hago mucho mejor  que ella.
—Anastasia Steele en Clayton's. Imagínate. —resopla Paula sorprendido. Mueve la cabeza, como si quisiera aclararse las ideas —. ¿Bueno te apetece que salgamos a tomar esta noche?
Cada vez que vuelve a casa, me propone salir, y siempre le digo que no. Es un ritual. Nunca me ha parecido buena idea salir con la hermana del jefe, y además Paula es mona como podría serlo la vecina de al lado, pero, por mas imaginación que le eches no puede ser una heroína literaria. ¿Lo es Steele?, me pregunta mi subconsciente alzando su imaginaria ceja. Lo hago callar.
—¿No tienes cena familiar por el cumpleaños de tu hermano?
—Mañana.
—Quiza otro día, Paula. Esta noche tengo que estudiar. Tengo exámenes finales la semana que viene.
— Christian, algún día de estos me dirás que si— me dice sonriendo y vuelvo a la tienda.

—Pero Christian yo hago paisajes, no retratos —protesta Jenny
—Jenny, por favor. —le suplico.
Con el móvil en la mano, recorro el salón de casa contemplando la luz del atardecer al otro lado de la ventana.
—Dame el teléfono.
Elliot me lo quita retirándose bruscamente el pelo que le cae por la frente.
—Escúchame, Jenny Rodríguez, si quieres que nuestra revista cubra la inauguración de tu exposición, nos harás la sesión mañana, ¿me entiendes?
Elliot puede ser increíblemente duro.
—Bien.  Christian volverá a llamarte para decirte dónde y a que hora.  Nos vemos mañana

50 Sombras De Anastasia (mundo Paralelo De 50 Sombras De Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora