Capitulo dos

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El corazón me late muy deprisa. El ascensor llega a la planta baja y salgo en cuanto se abren las puertas. Me tropiezo, pero por suerte no me caigo de cara contra el suelo de piedra. Voy corriendo hacia las grandes puertas de vidrio y por fin salgo al fresco, limpio y tranquilo aire fresco de Seattle. Levantó la cara y agradezco la lluvia, que me refresca. Cierro los ojos y respiro profundo, dejó que el aire me recorra todo el cuerpo y así lograr calmarme y recuperar la poca calma que me queda.
Ninguna mujer me había impactado como Anastasia Steele, y no comprendo por qué. ¿Porque es tan Atractiva? ¿Educada? ¿Millonaria? ¿Poderosa?. No entiendo la reacción irracional que tuve. Suspiro aliviado. ¿ De que demonios va esta historia? Me apoyo en una pared de acero del edificio y hago un gran esfuerzo por tranquilizarme y ordenar todos mis pensamientos. Mueve despacio la cabeza. ¿Que ha pasado? Mi corazón recupera su ritmo normal y puede hablar común y corriente. Me dirijo hacia el carro.
Dejo atrás Seattle mientras repaso en mi cabeza una y otra vez la entrevista y empiezo a sentirme idiota y avergonzado. Estoy seguro que estoy exagerando y creando cosas en mi cabeza que no son. De acuerdo admito que es muy linda, segura de si misma, dominante y se siente cómoda consigo misma, pero por otro lado es arrogante y, por mas buenos e impecables que sean sus modales, es dictadora y fría. Bueno o al menos a primera vista. Un involuntario escalofrío me recorre la espalda. Puede ser muy arrogante, pero tiene derecho a ser lo, por que a conseguido grandes cosas y es todavía muy joven. No soporta a los imbéciles, pero ¿Porque tendria que hacerlo?. Vuelvo a estar enfadado ya que me acuerdo que Elliot no me dio una brave biografía de ella.
Mientras que recorro la interestatal 5, mi mente sigue pensando. Me deja impresionado que en verdad haya gente que quiera triunfar. Algunas respuestas suyas han sido muy críticas, como si tuviera una agenda oculta. Y las preguntas de Elliot... ¡Uf! La adopción y que si era lesbiana... Se me ponen los pelos de punta. Todavía no puedo creer que le haya preguntado algo asi. De ahora en adelante, cada vez que recuerde esa pregunta me sentiré avergonzado. ¡Maldito sea Elliot Kavanagh!

Reviso mi indicador de velocidad. Conduzco mas calmado que lo habitual, y se que es porque tengo esos penetrantes ojos azules que me miran y una voz suave que me dice que conduzca con cuidado. Muevo la cabeza, parece como si Anastasia tuviera doble edad de la que tiene.
Olvidalo, Christian,me riño a mi mismo. Llego a la conclusión de que, en el fondo, ha sido una experiencia interesante, pero que no le deberia dar más vueltas al asunto. Dejarlo fluir. No tengo que volver a verla y eso me tranquiliza. Enciendo la radio, sube el volumen, me inclinó un poco hacia atrás y escuchó el ritmo del rock indie mientras piso el acelerador. Al conducir la interestatal 5 me doy cuenta que puedo conducir lo mas rápido que quiera.
Vivimos en una localidad pequeña de casas pareadas cerca del campus de la Universidad Estatal De Washington, en Vancouver. Tengo suerte. Los padres de Elliot le compraron la casa, así que pago una mísera de alquiler. Llevamos viviendo cuatro años acá. Estaciono el coche sabiendo que Elliot va a querer que le cuente todos los detalles y como es obstinado. Bueno al menos tiene la grabadora. Espero no tener que decir mucho mas de lo que dije en la entrevista.
-¡Christian!, ya estas aquí.
Elliot esta sentado en el salón , rodeado de libros. Es evidente que ha estado estudiando para los exámenes finales, aunque aun lleva su pijama, la que guarda cuando le ha roto el corazón una novia, para cualquier tipo de enfermedades y cuando esta deprimido en general. Se levanta y me da un abrazo corto.
-Ya estaba un poco preocupado por ti, pensaba que ibas a volver antes.
-Yo la verdad creo que fue corto, teniendo en cuenta que se alargo la entrevista...
Le entregó ma grabadora.
-Christian, en serio te lo agradezco. Te debo una y dime, ¿como ha ido? ¿Como es?
Oh, no, ya estamos en el santo inquisador Elliot kavanagh.
Me cuesta un poco responderle ¿ Que puedo decir?
-Me alegro de que ya haya acabado y de no tener que volver a verla. Ha estado bastante intimidante ,la verdad -Me enconjo de hombros- Es muy centrada e incluso intensa... Y joven. Muy joven.
Elliot me mira desconcertado. frunzo el ceño.
-No te hagas el inocente. ¿Porque no me pasaste una biografía? Me ha hecho sentir como un idiota por no saber nada.
Elliot se lleva una mano al pelo. -Christian, vaya, en serio que lo siento... No lo pensé.
Resoplo.
-En general ha sido muy amable, formal y un poco estirada, como una vieja precoz. No habla como una mujer de veintitantos años. Por cierto, ¿Cuantos años tiene?
- Veintisiete. Christian, lo siento. Tendría que haberte contado un poco, pero estaba muy nervioso. Bueno, me llevo la grabadora y empezaré a transcribir la entrevista.
-Parece que estas mejor. ¿Te has tomado la sopa? -Le pregunto para cambiar de tema.
-Si, y estaba muy buena, muchas gracias. Ya me encuentro mucho mejor.
Me sonrie agradecido. Miro el reloj.
-Tengo que irme corriendo salgo tarde para mi turno en Clayton's.
- Christia debes estar muy cansado.
-Estoy bien, nos veremos luego.

50 Sombras De Anastasia (mundo Paralelo De 50 Sombras De Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora