Anastasia abre la puerta del copiloto del Audi 4x4 negro y me subo. Menudo cochazo. No ha mencionado lo sucedido en el ascensor, ¿debería decirle yo? ¿O hago que no ha sucedido nada? Es que no me lo creo, mi primer beso y ha sido tan espontaneo. No ha sucedido nada, nunca paso eso. Quizá me lo he soñado, ya que ayer tuve mi primera borrachera, debo estar todavía bajo el efecto del alcohol. Pero todo fue tan real. Sin duda ese beso existió, no puedo estar tan ebrio ¿cierto? Me siento como nuevo, no puedo creer que Anastasia me desee, ¿me desea cierto? Hay tantas preguntas en mi cabeza, maldito alcohol, no vuelvo a tomar.
La miro. Anastasia esta como siempre, distante y ausente.
No entiendo nada.
Arranca el motor y abandonamos su plaza de parking. Enciende la música, y aparecen dos mujeres cantando, es tan relajante... Me acuerdo que en la escuela escuchaba esta música y me miraban raro. Pero, ¿Cómo no escucharla? La mezcla de notas hace que me olvide de todo mí alrededor. Anastasia conduce de forma tranquila y confiada hacia la Southwest Park Avenue.
- ¿Qué es lo que suena?
- Es el «Dúo de las flores» de Delibes, de la opera lakmé. ¿Te gusta?
- Si, la verdad me gusta mucho.
- Lo sé.
Me sonríe y me lanza una mirada rápida. Y por un momento parece de su edad, joven, despreocupada y libre. ¿Es esta la clave para acceder a ella? ¿La música?
- ¿Puedes volver a ponerlas?
- Claro.
Anastasia pulsa un botón y la música vuelve a inundar el ambiente.
- ¿Te gusta la música clásica?- le pregunto intentando saber un poco más de ella.
- Mis gustos son ecléticos, Christian. De Thomas Tallis a los Kings of Leon. Depende de mi estado de ánimo. ¿Y los tuyos?
- Los míos también, aunque no conozco a Thomas Tallis.
Se gira, me mira un instante y vuelve a fijar en la carretera.
- Algún día te tocaré algo de él. Es un compositor británico del siglo XVI. Música coral eclesiástica de la época de los Tudor. -Me sonríe- Suena muy esotérico, lo sé, pero es mágica.
Pulsa un botón y empieza a sonar los Kings of Leon. A estos los conozco «Sex on Fire» Muy oportuno. De pronto el sonido de un teléfono móvil interrumpe la música. Anastasia pulsa un botón del volante.
- Steele -Contesta bruscamente.
- Señorita Steele, soy Welch. Tengo la información que pidió.
Una voz áspera e incorpórea que llega por los altavoces.
- Bien, mándamela por e-mail. ¿Algo más?
- Nada más, señorita.
Pulsa el botón, la llamada se corta y vuelve a sonar la música. Ni adiós, ni gracias. Me alegro mucho de no haberme planteado la idea de trabajar con ella. Es demasiado controladora y fría con sus empleados. El teléfono vuelve a interrumpir la música.
- Steele.
- Le han mandado por e-mail el acuerdo de confidencialidad, señorita Steele.
Es la voz de un hombre.
- Bien. Eso es todo, Andrés.
- Que tenga un buen día, señorita.
Anastasia vuelve a colgar pulsando el botón del volante. La música apenas ha vuelto a sonar, cuando entra otra llamada. ¿En esto consiste su vida, en contestar una y otra vez el teléfono? Que exasperante, yo apenas me estreso con la alarma y solo suena una vez, no me imagino como será con esto.
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50 Sombras De Anastasia (mundo Paralelo De 50 Sombras De Grey)
RomanceChristian , un chico común y corriente con una vida rutinaria y para nada complicada, hasta que conoce a Anastasia. Anastasia una chica con unos gustos muy peculiares y extraordinarios en los cuales se verá involucrado Christian. Amor, sexo, locur...