Mía y de nadie más (Bakugo x Tú)

Especial 2K

Este capitulo NO es parte de la historia principal, NO es necesario que lo lea. Por su atención, gracias. 

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Caminaba por los pasillos rápidamente, estaba llegando tarde a la clase, esta vez Aizawa-sensei no me la pasaría. 

Anoche me quede en la habitación con Kacchan, pero el desgraciado no me levanto esta mañana. Me las va a pagar, de esta no se salva 

Flashback 

Eran aproximadamente las 7 de la tarde cuando mire a Kacchan subir al elevador para ir a su habitación, faltaba todavía una hora para que se durmiera, así que decidí que hoy podría jugar un poco con él 

Subí por las escaleras intentando que nadie se diera cuenta, pero me detuve a la mitad al escuchar a Kirishima y Denki hablar 

—Los dos subieron, otra vez ¿cierto?— pregunto Kiri 

—Sí, más vale que nos pongamos tapones en los oídos porque son demasiados ruidosos y no dejan dormir— respondió el rubio soltando un suspiro ¿Cómo que ruidosos? según yo no grito tanto, pero me dio mucha vergüenza, ¿ahora como los veo a los ojos? no dejo dormir a mis compañeros... bueno ¿Qué se la va hacer? 

Subí cada vez más rápido, quería llegar antes de que cerrara la puerta, porque luego no me deja entrar 

Al llegar a su piso vi como iba en su teléfono, cuando estaba a punto de cerrar la puerta puse mi pie para evitar que se cerrara  

—Oh no, hoy no— se volteo dejando ver su ceño fruncido 

—Vamos Kacchan~— entre a la habitación haciéndolo a un lado—Pero hoy no seas tan rudo— puse una cara de dolor, puesto que la vez pasada casi me dejaba sin caminar

—Y una mierda, si no quieres que sea tan rudo entonces no me retes, ni me provoques— se acostó en su cama boca arriba, después de cerrar la puerta con seguro

Me subí arriba de él y comencé a besarlo, este me comenzó a devolver el beso de manera dominante, al mismo tiempo que tomaba mi trasero entre sus grandes manos

Pequeños jadeos salían de mi boca entre más largo se hacia el beso y más fuertes eran los apretones de Kacchan 

Este mismo comenzó a mover su cadera y a soltar pequeños gruñidos

Sentí el calor llegar a mi cuerpo y la falta de aire. 

—Muy bien, suficiente, sino nos pondremos a hacer otra cosa y no te podre dar una paliza en el Mario cars de nuevo— hable entre el beso, para luego separarme y caminar en dirección a la play 

—¡Ey! ¡¿De verdad pretendes dejarme así!?— molesto apunto al bulto entre sus pantalones 

 —Es tu castigo, por ser un mal perdedor— me acerque a él y le di uno de los controles