Mía y de nadie más (Bakugo x Tú)

Capitulo 8

Caminabas en silencio con la cabeza agachada y mirada perdida, hoy era el tercer día de clases y fue demasiado largo a tu parecer, no creíste que Bakugo junto con Kirishima, los encontraran a la mitad de lo que hacían, Dios, lo más probable es que el día de hoy Katsuki se encuentre  más molesto de lo normal. Tendrías que lidiar con su malhumor el resto del día, lo que faltaba. 

Lo bueno de esto, es que no tendrás que dormir el día de hoy con él...

—¿Y eso es bueno o malo?— pensaste

—Bueno y te callas—dijo la narradora

—Bini y ti cillis—

Como les decía... lo bueno es que hoy no dormirás con él

—¡EY tú!, ¡No me ignores! ¡¿Quien demonios te crees par—

—¡YA CALLATE Y DÉJAME SEGUIR NARRANDO, COÑO DE LA MADRE!—

—Huy, se enojo la Miss Universo, ya prosigue—

GRACIAS... como les decía, anoche dijeron los señores Bakugo que cambiarías de habitación, y aunque no quieras, prefieres dormir en otra habitación a ser asesinada a media noche.

No te dabas cuenta de nada a tu alrededor, solo caminabas con la cabeza gacha, sin saber que hacías o a donde ibas.

No escuchabas nada, por alguna razón tus oídos no captaban los sonidos.

De un momento a otro sentiste un fuerte golpe en la cabeza, comenzaste a marearte y un pitido en tu oído hizo que abrieras los ojos.

Ahí te diste cuenta de que caminaste de más, ya te habías pasado de la casa y ahora estabas tirada en el suelo, casi a media calle, con Bakugo arriba de ti.

—¡¿ESTAS IDIOTA?!— Pregunto bastante molesto, no quería ir detrás de ti, pero al ver que no reaccionabas, decidió seguirte, pero por más que te movía los hombros o te gritaba, no reaccionabas, así que decidió dejarte ir, dio media vuelta y regreso a casa, pero escucho el ruido de un claxon, volteo y tú ibas como si nada, casi a media calle, volteo a un lado y miro al carro que venia, entonces le entro pánico y corrió, impulsándose de sus explosiones para llegar más rápido.

—A-ah... sí, ¿Que paso?— preguntaste aun con la cabeza en las nubes, apenas estabas comenzando a aparentar las cosas

—Como que: ¿Que paso? Casi te atropellan, tonta, ¡¿En que demonios pensabas, cuando comenzaste a cruzar la calle sin fijarte?! Y lo más importante, ¡¿Por que coño me ignorabas?!— Bakugo te regañaba aun sosteniéndote de los brazos y sacudiéndote, estaba alterado, y tú... bueno, tú estabas agarrando señal

— ¿Me rescataste?— preguntaste algo ida

—Obviamente, porque crees que sigues aquí, tonta— dijo restando le importancia

  —Osea... que te importo~ Ay gracias Baku~ — comentaste feliz viendo como este te soltaba y giraba su cara a otro lado

—¿Pero que mierdas dices? Obvio no,  solo que si te pasaba algo mis padres me matarían y de paso los tuyos— comento mientras giraba sobre sus talones, para regresar a la casa

—Vamos, admítelo, te importo aunque sea uuuun poquito— dijiste mientras lo seguías, esperando una respuesta, la cual nunca llego

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