¡Hey toons!

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Eeeh mejor que nada supongo.

¿Y cómo se conocen los dos? Juraba que no tenían ni idea de la existencia del otro—Pregunto curioso.

Digamos que hay un desequilibrado mental entre nosotros—Hablo molesto.

Estas exagerando—Trato de evitar el tema sin éxito.

¿Quieres saber cuál fue nuestra primera interacción? Me disparo en la puta espalda el psicópata este.

Si lo dices así suena mal...

¡Porque lo es!

En mi defensa he tenido malas experiencias con los de tu tipo—Trato de excusarse.

¡¿Y eso en que tengo que ver?! ¡Eso incluso suena racista!

¿Si mejor empiezan a contar desde el principio? No estoy entendiendo nada y dudo que nuestro único espectador lo haga—Detuvo la discusión para evitar

Claro, yo...—Fue interrumpido.

Oh no, lo contare yo. Tú te las ingeniaras para quedar como el bueno de la historia

Pues adelante

Nuestros creadores habían participado en un evento donde se juntarían creaciones de nuestra...—Trataba de buscar la palabra correcta.

¿Categoría?

Eso mismo—Chasqueo los dedos y se aclaró la garganta— Y claro, yo estaba emocionado. Iba a participar en un gran evento e iba a conocer más gente de mi tipo.

Se oye normal, quiero escuchar cuando se sacan la mierda.

A eso voy. Bueno había llegado un poco tarde. Así que tuve que saludar a todos, cuando con toda mi buena voluntad fui a saludar al energúmeno este miro mi mano y... —Se detuvo y dio un gruñido bajo— Me ignoro. Así que más tarde me lo encontré de espaldas vi la oportunidad y la aproveche.

Eso está feo. Aun así lo del disparo es pasarse demasiado de la raya

Lo sé. Imagínate por alguna cosa de la vida no le das la hora

Te sigue hasta tu casa y te la quema—Ambos toons se rieron.

Puede que haya sido un poco extremo...—Dijo algo avergonzado.

¿Un poco?

Fue un disparo suave ¡No pensé que lo tiraría al suelo! El punto es que después trate de ayudarlo y el hijo de perra me golpeo en la cara con su bastón.

¡Y te hubiera golpeado más fuerte, maricón!

¿Qué tal si escuchamos tu punto de vista?—Pregunto evitando que siguieran peleando.

Claro—Se aclaró la garganta empezó a narrar—Yo de principio me negaba a ir, pero mi creador insistió tanto que tuve que ir casi que con una pistola en la cabeza—Se escuchó una pequeña risa— Llegue temprano, hable con una que otra persona. Ya, la cosa es que me canse de hablar con tanta gente así que me aleje un poco de la fiesta para relajarme. Luego sucedió todo lo contado, pero no es que le haya rechazado la mano, solo lo salude desde lejos sin contacto y luego se retiro enojado, le reste importancia. Después me disparo en la espalda como un cobarde y me boto al suelo.

Igual pudiste aceptarme la ayuda...

Todavía tenía esta cosa llamada dignidad, aunque dudo que sepas que es.