Capitulo 6

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Y ahí estaba yo, sin poder formular una palabra, eclipsada con esos ojos mieles que me volvian loca desde hace años, mirando cada milimetro de su rostro, para que quedase guardado en mi mente.
Puedo asegurar, que en persona es muchísimo más hermoso de lo que ya es. Esos ojos, tan suaves, esa mirada tan penetrante y dulce.
Tenía tanto para decirle, para agradecerle, pero las palabras no salían, abría la boca intentando decir algo, pero luego la cerraba.

Justin hizo un ruido con su garganta sacandome de mi nube belieber, asique me obligué a ser una persona civilizada.

-¿Me escuchas? ¿Como te llamas?-Su voz, dios, su voz era preciosa. Con una mano se acomodó el cabello esperando que responda.

-Yo-yo, Isabella.-Dije al fin.-Me llamo Isabella.

Él sonrió mientras soltaba a sus hermanos y me daba un apretado abrazo, todo lo que necesitaba.
Imagenes de la pesadilla de hoy volvieron a mi mente junto con momentos después del acciente, mi recuperación, mis semanas de encierro en mi habitación escuchando unicamente su música.
Mis ojos empezaron a picar, y escondí mi cara en su cuello, todas las emociones juntas. Conocer a quien te salvó, inconscientemente, no es facil. No es cuestión de abrazarlo y decirle, "gracias por salvarme", era más que eso, es sentirte segura mientras te abraza con total ternura, es demostrarle con ese abrazo, todo lo que significa para ti, es agradecerle con tu corazón el haber sido 'un heroe', el salvarme a mi, y a otras miles de personas en situaciones dificiles.

Por suerte él no me soltó, y al contrario, al darse cuenta de mis lagrimas, me apretó más a él.

-Lo siento, no quería ponerme así.-Susurré en su cuello, mientras el proporcionaba caricias en mi espalda.

-No es nada, te noto angustiada. ¿Quieres contarme?-Su pregunta sonó tan dulce como pensé.

Luche en mi cabeza el contarle o no, mi historia. Por un lado, quería hacerlo. Quería que el sea consciente de todo lo que ha influido en mi vida, de cuanto necesité de él para salir adelante y que gracias a su música, hoy estoy aquí, entera.
Pero mi otro lado, no quiere que sienta lástima por mí.

-Es una junta de cosas.-Respondí separandome para ver sus ojos. El tomó mis manos y las entrelazó con las tuyas.-Ansiaba conocerte, no espere que sea de esta forma. Realmente tengo mucho para decirte, pero no me sale nada.-Admití sonrojandome.

Justin me sonrió y besó mi mejilla.

-No te preocupes, en algún momento lo harás. ¿Vives por aquí?-Se interesó.

-Si, llegamos ayer, estoy a unas...-Miré el camino recorrido.-Diez casas.

-Bueno, seremos vecinos.-Dijo aún sonriendo. Este chico no borra su sonrisa.

Asentí timida, y corrí mi mirada hacía la calle. Sentí sus ojos en mí, tratando de decifrarme, me encogí en mi lugar y luego le sonreí.

-Lo siento, debo irme...-Susurré.

Él asintió y luego me tiro hasta él para darme otro abrazo.
-Te veo luego, honey.

Mi sonrisa se hizo aún más grande, y besé rapidamente su mejilla para luego salir trotando hacia mi casa.

Al llegar, mamá ya tenía el almuerzo listo. No era consciente de cuanto tiempo había estado sentada en el banco de la entrada.

Al terminar de comer, ayudé a mi mamá a limpiar, y luego subí a bañarme.
Una vez lista, opté por unos leggins, una camiseta de tirantes blanca y un saco fino color negro, acompañado con unas zapatillas de plataforma, haciendome ver un poco más alta.

Sonreí al espejo, y me peiné, en mi rostro apliqué un poco de maquillaje ligero, encrespé mis pestañas, y a mis labios le agregué un poco de color natural.

Por siempre•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora