Por siempre•

Capítulo 1.

-Iss levantate, que ya nos vamos.-Dijo mi hermano, Oliver, entrando a mi habitación.

-Dejame un rato más.-Gruñí, tapandome completa. No es como si me encantara que me despierten

-Enana, mamá esta como loca. Si no salimos en media hora, romperá algo.-Dijo medio riendo.

Bostecé, traté de calmarme para no tirarle con una almohada y me incorpore en la cama mirandolo. Solo una mirada bastó para que el asintiera y saliera por donde vino.
Sonreí satisfecha, y recordando que hoy sería la mudanza, me levante a regañadientes caminando hacia el baño.

Me dí una ducha rapida, y luego envuelta en una toalla, camine hacia la cama donde tenía la unica ropa que había dejado preparada para hoy, ya que todo lo demás, estaba en los bolsos.

-¡Isabella baja ya!.-Oí el grito de mi hermano. Rodé los ojos, mientras me estaba peinando oía los gritos abajo.

-¡Ya estoy lista Oli!- Le grite de vuelta.
-¿Alguien me ayuda con las maletas?-Pregunté desde mi puerta, sentí pasos llegar asique fui a buscar la más pequeña para mi.

Agarre mi iPhone, que estaba cargando, lo metí en él bolso de mano, también él cargador.

-Aquí estoy. Mamá esta loca.-Dijo riendo mientras me miraba.

-Agarra esa maleta-Le señale la mas grande.-Que yo llevo la mas chica.

-Claro, además de tu hermano, tendré que ser tu burro de carga.-Dijo bufando.

No le tome importancia, agarre la maleta y fui hacia él living donde supongo que estarán los demás.

-Kels tanto vas a tardar?-Dijo Annie, mi hermana de 14.

-Ustedes son muy intensos. Aún es temprano.-Dije fulminándola con la mirada
Me iba a contestar. Pero apareció mama.

-Ya, están listas?-no nos dejo contestar-Bueno. Perfecto, suban al auto que perderemos él vuelo.-Dijo apurada

-Mamá, ya, tranquila. Vamos a llegar a tiempo.-La abracé. Amo con todo mi corazón a mi mamá, y sabía que sufría de ansiedad, trate de tranquilizarla con mi abrazo, y cuando me sonrió, supe que se había calmado.

-Lo se amor, pero estoy alterada. Ni siquiera han desayunado. Coje frutas para ti y tus hermanos.

-Lo haré. Tranquila.-Le sonreí.

Fui a la cocina. Y agarre 3 naranjas y 2 manzanas.

Siento que algo me estoy olvidando. Piensa.

-¡La Caja!-grité. Y corrí hacia mi -ahora- antiguo cuarto.

-¡Dios Isabella!-Gritó Mamá.

La ignore. Y me agache a buscar mi preciosa caja morada. ¿Que haría si me la hubiese olvidado? Dios. Atesoro mis fotos tanto. No podría ir a ningun lado sin esta caja. Además de guardar fotos, tengo pequeños regalos que me han dado mis amigos. Sonrió con nostalgia antes de salir. Corro hacia él auto, y subo.

-Oli, dejame al medio.-Hice puchero tratando de convencerlo.

-No funcionará conmigo, te hubieses apurado.-Dijo sacandome la lengua. Estaba a punto de pegarle, pero papá se adelanto.

-No empiecen-Dijo papá. Hasta que habla.

-Hasta que hablas.-Le dije mirándolo por él espejo.

-Lo siento mi niña. Como amaneciste?-Dijo tierno.

-Bien pa, ha no ser de tu hijo que fue a desperarme.-mire mal a mi hermano.

-Princesa, es que se hacia tarde-Dijo Oli tratando de sonar como papá.

-No te sale.-Dije riendo mientras le sacaba la lengua.

Estuve tan concentrada peleando con Oliver que ni note cuando llegamos al aeropuerto.

Caminamos. Bueno, no, casi corrimos hacia la sección de nuestro vuelo.

Llegamos, y notamos que era temprano todavía. Todos miramos mal a Mamá y ella sonrió.

•Whatsapp•
•Torgloditas•

Isabella: "Holaaa bebes. Me duele no poder haberme despedido. Los amo, si? Nunca lo olviden." Enviado 8am.

Espere. Y espere. Nadie contestó.

-"Vuelo número 123, con Destino Los angeles. Estados unidos. Sección 13, Acerquense"-Dijo la voz del parlante.

-Bueno. Ya. Están listos? Vamos hacia all....-La interrumpió unos gritos.
Me doy vuelta. Y eran mis 3 mejores amigos.

Solté mi maleta y corrí hacia ellos. Apenas llegue los abrace. Con todas mis fuerzas. No quería irme. No quería dejarlos.

-Iss, te vamos a extrañar-Dijo Mila llorando.

-Y yo a ustedes-Dije a penas, también llorando.

Me soltaron un poco.

-Sos muy importante para nosotros. Nunca nos olvides. Te amamos- Dijo Eithan. Lo abrace fuerte. Él y Mila fueron mis primeros amigos.
Tuve una historia con él, mi primer historia, pero con el tiempo nos dimos cuenta que no podíamos ser más que amigos. El siempre fue muy atento-y lo sigue siendo- es super cariñoso y tierno. Pero no funcionabamos como novios. Yo era muy insegura y cada cosa que él hacía me molestaba, aunque no se lo decía.

-Isa, suerte nena, te amo.-Dijo Triana, con lágrimas en los ojos. Y me abrazo fuerte.

-Los amo, son lo mejor que tengo.-Dije y llore más.-Volveremos a vernos amigos.

-¡Ya es hora!-Grito mamá

Los mire por ultima vez. Los abrace y un beso a cada uno.

Me di vuelta. Y camine hacia mi familia. Mis amigos seguían llorando. Eith estaba llorando, note que cuando me abrazo, no quería dejarme ir.

Llegue a donde mi familia, y abrace a Oli.
-Tranquila, los vas a volver a ver, no es un adiós. Es un hasta pronto hermosa.- Lo mire, y asentí, me seque las lágrimas. Y fui a entregar mi boleto.

Ya estamos en él avión, después de discutir con mi hermano nuevamente por el asiento, nos ubicamos.

Me coloque los auriculares. Puse "Take you" de Justin, si, soy belieber. De las más leales diría yo.
Imposible pensar en como sería mi vida de ahora en más, que sería de mí. Lejos de mis amigos, comenzar la universidad, que tanto temor da.
Quisiera que todo sea mucho más facil de lo que aparenta ser.

"Nosotros hacemos que las situaciones sean dificiles, cuando en realidad no lo es"

Dijo mi mamá en la charla que tuvimos anoche. Elijo creerlo. Elijo creer que todo será facil y que podré desenvolverme bien en mi vida.

No es como si nunca más volviera a Houston, pero obviamente no vendré seguido, y dejar a mis amigos es lo único que me duele.

Trato de enfocarme en Los Angeles, la próxima parada, y mi destino.

Pienso en Justin, en las ganas que tengo de poder conocerlo, de abrazarlo y decirle 'gracias' por haberme sacado adelante, por hacerme sentir viva luego de haberlo perdido.

Miré mis piernas al descubierto y jadee de lo morada que estaban. Algo normal en mi desde hace unos años. Desearía no haber tenido que pasar por eso, pero todo pasa por algo. Me repetía constantemente.

Eliminando las lagrimas que amenazaban con salir, suspiré acomodandome en mi asiento y cerré los ojos tratando de dormir un poco. Así también dejaba de pensar, de recordar, porque no terminaría bien.