La televisión encendida de fondo y el tic tac del reloj eran lo único que lo acompañaban.
Miró la fotografía de Jimin y él sobre la pequeña mesa enfrente suyo por un largo tiempo intentando juntar las cosas y ver el fallo en todo lo que estaba viviendo. Sin embargo, fue inútil, no había ningún indicio que le dijese que había leído mal las cosas o que algo había estado yendo mal y que él ignorase hasta ese momento.
No era el mejor novio, podía ser algo temperamental y demasiado mandón, pero siempre procuro cubrir cada una de sus necesidades; tanto físicas como sentimentales. Siempre intento cuidarlo y llenarle de todo el amor que sentía, incluso si no era capaz de decirlo en voz alta.
¿A caso era eso? ¿El no habérselo dicho directamente había arruinado todo? Sabía que esa sensación de angustia por decírselo más temprano ese día se debía a algo, pero jamás espero que el arrepentimiento se sintiera como bola enorme que lo aplastaba; dejándolo sin aire y sin lesiones externas, solo internas; lesiones que parecían no tener cura y que se clavaban tan profundamente con cada manecilla del reloj moviéndose que todo pareció eterno.
Y entonces, lo sintió. Algo frío, húmedo y corredizo se deslizó por su mejilla hasta su barbilla y después de ella, vinieron muchas más, y el sabor salado pronto se juntó con la amargura que sentía en la garganta.
Estaba llorando.
Jeongguk nunca lloraba, pero ahí estaba: patéticamente llorando por algo que no tendría que doler como lo hacía.
Si pudiera regresar unas horas antes y decirle lo mucho que lo amaba, ¿eso habría cambiado algo? ¿Jimin no se hubiera ido y lo hubiera elegido a él?
Porque lo más estúpido de la situación era que ni siquiera le importaba una mierda si estaba con ambos si al final decidía que a quien quería era él y no a su hermano.
Su dolor, fuera de la traición y el engaño, se debía a no sentirse suficiente.
Cuando eran niños, todos eventualmente se inclinaban por Jungkook, era algo común y con lo que aprendió a vivir. Nunca antes sintió que debería temer porque alguien no lo quisiese o por no tener algo porque sabía que al final Jungkook siempre sería el que obtendría todo.
Pero entonces, conoció a Jimin, y por fin pudo sentir que alguien le pertenecía en el sentido sentimental. Por primera vez en toda su vida alguien le despertó el deseo de ser mejor persona y crecer junto a él. A Jimin parecía no le importarle nada más que estar a su lado, incluso con los problemas en los que ambos se habían metido con personas peligrosas.
Mientras se tuvieran a ellos, lo tenían todo. Y por eso, cavo simbólicamente la tumba de su hermano y lo enterró en aquel pasado que lo hacía sentir como un chiquillo no deseado; la copia mal hecha de su hermano y la sombra que nunca destacaría en nada.
Decidió que empezaría de nuevo y que todos aquellos, incluido Jungkook, que lo hicieron sentir insuficiente no serían nada más que piezas faltantes de un rompecabezas que pensó nunca volver a armar.
Jimin era su presente, su futuro y lo único que le importaba, pero nunca creyó que las cosas podrían ser tan diferentes como aparentaban serlo.
Y eso lo estaba destrozando por dentro.
Su desesperación se vio relajada cuando tomó el marco de la fotografía y la lanzó ferozmente contra la pared. El sonido del cristal rompiéndose y luego cayendo en pedazos sobre el suelo le hicieron soltar un grito de agonía.
Cubrió su rostro con ambas manos y sollozo como nunca antes lo había hecho. Su cuerpo subía y bajaba tan fuerte que el sillón vibraba junto a él.
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Nobody but you - Kookmin Au
Fanfiction✧|Los gemelos Jeon son totalmente opuestos a pesar de compartir genes. Mientras Jungkook es un policía destacado de Seúl por ser uno de los mejores en su trabajo, Jeongguk es un criminal, asediado por demasiadas personas peligrosas de la mafia. En...