Capítulo 12: Viviendo juntos

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"¿El niño que se rumorea que nació de la unión de un humano y un yao?".

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Xiang Cheng se quitó los zapatos y salió descalzó de la habitación, hablando hacia Wang Ren—: Has trabajado duro. Te invitaré a comer algún día por habernos ayudado a mudarnos.

El contrario asintió y le dijo a su amigo—: Llévate bien con él —Luego se dirigió a Xiang Cheng—. Cuida del Pequeño Pez Luna.

Chi Xiaoduo estaba un poco avergonzado; Xiang Cheng y Wang Ren se despidieron, y después que los tres soltaron algunos "adiós", el chico salió del apartamento.

Xiang Cheng y Ci Xiaoduo cerraron la puerta mientras permanecían parados uno al lado del otro, y la entrada se atrancó con un clic.

En ese momento, el joven tuvo la ilusión que esto era como si realmente fueran una pareja, y la habitación se encontraba llena de sol.

Hasta ahora, Chi Xiaoduo sentía como si estuviera soñando.

Xiang Cheng se retiró el chaleco sucio y se quedó con una camiseta sin mangas; preguntó—: ¿Te ayudo a acomodar tus cosas?

La otra parte quería decir "no es necesario"; sin embargo, dado que ahora ambos vivían juntos, mostrarse educado no sería bueno, por lo que inmediatamente estuvo de acuerdo y le agradeció.

En medio del sol, los dos comenzaron a desempacar en la sala de estar las cosas de Chi Xiaoduo. El joven no le preguntó a Xiang Cheng sobre su ropa, sino que entró y buscó un delantal para él.

Tenía muy pocas posesiones y, como tal, Chi Xiaoduo trató de adivinar: «¿Sus cosas están guardadas en esa bolsa tejida? ¿Qué está pasando? ¿Rompió con el cliente que lo estaba manteniendo? ¿Empeñó su ropa para pagar sus deudas y librarse de ellas?».

—Por cierto, ¿dónde está tu auto? ¿Dónde lo estacionaste? —preguntó de nuevo.

Xiang Cheng se quitó la camiseta y ahora vestía el delantal. Los músculos de su desnuda espalda se encontraban bien definidos y había algo de sudor en su dorso y hombros, lo que lo hacía ver aún más sensual. Acomodó cuidadosamente los libros en el librero y respondió—: Le pedí prestado el carro a David.

Se arrodilló y colocó un volumen en el último espacio disponible.

Chi Xiaoduo abrazó sus rodillas contra su pecho mientras se agachaba a su lado. Giró la cabeza e indagó—: ¿Estás pensando en cambiar de trabajo?

El hombre lo miró y no habló.

Al instante, la cara del joven se puso roja y su corazón latió salvajemente. Parecía sentir que a Xiang Cheng realmente le gustaba un poco.

—¿Es tuyo? —Xiang Cheng agarró el libro "El dominante presidente se enamoró de mí", lo hojeó y le resultó divertido.

—Ah —El rostro de Chi Xiaoduo incrementó de coloración rojiza—. Ese es... algo que la recepcionista solía leer. En cierta ocasión, lo tomé por error, ella lo dejó en mi escritorio con mis paquetes y no me di cuenta al momento de traerlo... ¡a casa! ¡Lo traje a casa por accidente! ¡Suéltalo, ah!

De hecho, él lo compró y la recepcionista no tenía nada que ver con ello como para ser culpada de esa manera. Sin embargo, en ese instante, Chi Xiaoduo se disculpó mentalmente con ella: «Déjame usarte como un escudo». Luego le arrebató el libro.

—¿Es bueno? —El hombre curioseó.

—No, no es bueno, no lo creo en absoluto —respondió solemnemente—. Nunca lo he leído. Ay, todos estos libros están contaminando las mentes de nuestros jóvenes. —Al decir esto, tiró casualmente el ejemplar a la basura.

Aviso Posterior al Entrenamiento: Exorcista Registrado de Primera Clase NacionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora