Capítulo 5.

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Al día siguiente de enterarme que tenía un porotito dentro de mi, fui a la casa de Mike. Lo habíamos acordado hace más de 1 semana ya que solo nos estabamos viendo en la escuela. Cuando me abrió me dió un beso corto en los labios, bastante frío a mi parecer. Quizás estaba siendo un poco perseguida, no lo sé.

-¿cómo estás? -me preguntó mientras nos sentabamos en su sofá.

-Bien supongo.

-Brian me dijo que estabas algo enferma.

-¿Eso te dijo? son tonterías, es solo que no desayuné -mentí.

-¿Quieres que subamos a mi habitación? -dijo con voz coqueta.

-Enrealidad estoy bien aquí, amor -me miró extrañado-. Gracias...

-Te ves cansada, anda así dormimos un poco.

-No dormí bien pero no te preocupes, da igual -por la forma en la que hablamos solo parecemos un par de amigos.

Pasaban los minutos con un silencio incómodo entre los dos... ¿Leslie le habrá contado? ¿sospechará algo? Lo he estado observando todo este rato y no me ha mirado, solo tiene la vista clavada en el suelo, como si estuviera pensando en algo muy importante. ¿lo interrumpo? Tengo nervios, no sé como se lo tomará.

Lo veo abrazándome, diciéndome entre sollozos al oido que saldremos adelante juntos.

Lo veo llorar, lo veo besándome, lo veo secando mis lágrimas y yo las suyas.

Lo veo asustado, lo veo feliz, lo veo ansioso. Nos veo pensando un nombre para el bebé. Nos veo riendo, nos veo contentos.

Lástima que esos solo eran pensamientos... enrealidad solo lo observo mientras él silenciosamente mira el suelo.

-Mike -él levantó la vista y con ésta buscó mis ojos, como tratando de descifrar lo que iba a decirle.

-¿Hace cuanto no te  llega el período?

Esa pregunta me desconcertó. ¿ya lo sabía? No sé por qué me extraña, cualquier novio debería saber los días en el que su chica le llega, ¿no?

-De eso quería hablarte... -Se levanta del sofá.

-¿Me vas a decir qué es lo que está ocurriendo? -Se estaba alterando, yo me sentí intimidada, totalmente bloqueada.

-Amor... ayer... Bueno, éste... -April, ¡Vamos! No seas gallina-. No, no me ha llegado.

-¿Y? -Me dijo impaciente. A la mierda, iré al grano.

-Estoy embarazada, vamos a ser padres -mis ojos irradiaban un brillo de esperanza-. Mike, vamos a tener un bebé... 

-¿Vamos? -se echó a reir con algo de malicia a mi parecer-. ¿Es en serio? ¿Tú crees que puedes llegar a mi casa así como así, y decirme que vamos a tener un hijo?

-No entiendo... no entiendo qué es lo que quieres decir -estaba desconcertada. Algo perdida, no comprendía la situación.

-No puedes entender, ¿o no quieres? No me vengas a decir que esa cosa es mía. Yo no soy el papá.

-¡Qué estas diciendo Michael! ¡Eres el único hombre que me ha tocado!

-Hace un mes lo creí así. No te hagas la víctima April, eres bien perra

    No lo puedo creer. 

    Es una broma... es una broma... es una broma...

-Mike -decía entre lágrimas- ¿cómo puedes decir eso?

-Fuera de mi casa, lo único que quieres es atarme a ti, aléjate y deja de buscarme -comenzó a gritar- ¡Fuera de mi casa!

-Mike -No sabía que hacer ni como reaccionar, esto debe ser una pesadilla-. Michael...

No me haré cargo de un bastardo! -Es todo, con eso me lo dijo todo. Me levanté a duras penas del sofá y tomé mi bolso. Me acerqué a él y le dije mirándolo a los ojos, aunque él esquivara la mirada.

-No sé como puedes ser así, si tu padre te abandonó cuando eras pequeño... Pensé que serías diferente. Te entregué todo Michael, te di todo de mi, maldita sea -golpeé su pecho-. ¡Púdrete! ¡No te necesito! -gritaba histérica-. ¡No te necesito!

Me dirigí hacia la puerta y eché un último vistazo a ese rostro que hasta hace diez minutos me tenía totalmente hechizada. Estaba paralizado, estaba frágil y desprotegido. Hice bien. Podré salir adelante, sin la ayuda de ningún maldito hombre. ¡No necesito a ningún imbécil dentro de mi vida!

Me detuve en la mitad de la calle, me dolía el pecho. No sabía donde ir, saqué el teléfono de mi bolso y le envié un texto a Brian.

-¿Estás en casa?

-Sí, estoy con Leslie q' pasa? -me respondió a los pocos minutos.

-Los necesito, voy para allá :(...

Caminaba pensando en cómo salió todo. Tenía un gran discurso preparado para Michael, uno lleno de esperanza y otro lleno de rencor, para ambas situaciones. Tenía que ir preparada para todo. Pero ese estúpido vino y me cagó el momento con su maldita pregunta... me arruinó todo lo que tenía para decirle, tanto así que lo que le dije fue una pequeña parte de todo lo que siento. De todo lo que tengo para decirle, creo que me lo guardaré para siempre.

Llegué donde los chicos, y no me sorprendió que me recibieran con un abrazo reconfortante y un "tienes todo nuestro apoyo", seguro Leslie le contó a Brian. Y seguro notaron en seguida como me fue, sin necesidad de que les diera ningún detalle, por la cara de funeral que estaba trayendo.

Mamá a los 16.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora