A fin de cuentas, ambos estaban de camino saliendo de aquella escuela. SooJin estaba totalmente relajada porque había salido de aquel lugar, en cambio Jimin, podía decirse que estaba preocupado por lo que esto sería para el.
— ¿Por dónde vamos? — Preguntó Jimin siguiendo a la chica que guiaba por esos callejones.
— Si tan solo cerraras la boca en todo el camino. Yo fuese una chica muy feliz. — Respondió, entonces luego de un silencio voluntario, llegaron saliendo a las calles.
Las personas los estaban viendo con la impresión de estudiantes rebeldes, y otros los veían como estudiantes rebeldes que tienen un hijo bajo su responsabilidad. Claramente era algo que a Jimin le incomodaba, SooJin estaba con calma y tomando las cosas con normalidad.
— Bien, ahora, ¿a dónde irás? — Preguntó SooJin mirando a Jimin.
— No lo sé.
Basicamente, Jimin no era de salir mucho, y si iba a su casa en estos momentos su madre lo devolvería a la escuela a golpes y no le permitiese volver a ver el sol. No iba a ir a un cyber porque a esta hora estaba cerrado. No tenía un lugar a donde ir, salvo su casa, a la cual no tenía la valentía de ir.
— Bueno, averígualo, llego mi autobús. — SooJin se despidió entonces camino frente a toda esa gente que esperaba el autobús. Jimin se sentó en aquel banco, esperando al menos una salida.
SooJin subió al transporte mientras que se sentaba frente a la ventana trasera. Viéndose libre de llegar a su casa y dormir todo lo necesario. Sus padres no estaban ahí y no se aparecerían hasta la tarde, contando que su hermano llegaría con ellos.
Pero, al parecer, tomó curiosidad por el chico que había dejado solo en aquella parada de autobús.
— ¿Tiene un lugar a donde ir? — Se preguntó en un murmuró. Suspiro fuertemente entonces sintió que el autobús se movía. — ¡CHOFER! ¡DETÉNGASE! ¡SOLO UN MINUTO!
Varios quejidos de las personas que estaban allí, ella se disculpó y se acercó a la puerta de salida de aquel lugar, donde sacó medio cuerpo.
— ¡JIMIN! — Grito. El chico que estaba buscando un lugar donde ir en internet miro a aquella chica con sorpresa y poco entendimiento. — ¿QUIERES VENIR A MI CASA?
Todos miraron a Jimin, quien primero optó por un rostro rojo, hasta que simplemente se paro y camino a la entrada de el autobús; donde la miradas de todos iban hacia el muchacho que la chica había llamado. Se sentó al lado de ella quien simplemente miro hacia la ventana.
— ¿Por qué me has invitado? — Preguntó Jimin mientras jugaba con las manos de él muñeco.
— Porque te veías tan miserable y solo ahí sentado. — SooJin respondió mientras que buscaba sus audífonos para conectarlos con sus teléfonos. — ¿Qué harás al respecto con tu mochila?
Jimin se frisó, claramente había olvidado ese ligero e importante detalle.
— Creo que tendré que ir a buscarla.
— Uno de tus amigos que la lleve a tu casillero. — SooJin solucionó. Mientras que finalmente conectaba sus audífonos a su teléfono. Volviendo a colocar su playlist y sumergirse con Oasis.
Le tendió uno de sus audífonos a Jimin, quien lo acepto luego de mirar a aquella chica. Y también escucho la canción.
— Siempre estás escuchando música. — Preguntó Jimin a mitad de la canción. SooJin solo asintio.
— Me siento en calma solo con escucharla. — Asintió.
— ¿Calma?
— Te pones los audífonos. Y caminas por la calle. Solo escuchas música. — Explicó. — Andas sin ellos. Y, hay un montón de sonidos. No te sientes solo.
