7.2 Tercer dia

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Cuando volvimos a la villa se fueron a sus habitaciones pero yo solo cogí una chaqueta por si tenía frío y volví a salir. No me gusta nada el clima de Japón. Durante el día hace mucho calor pero en cuanto empieza a bajar el sol es imprescindible una sudadera porque refresca mucho. Me dirigí al centro donde hacían escalada con intención de estar un rato con Melanie. Me había dicho que estaba allí sentada en las sillas libres con el amigo del escalador francés. Llegué y enseguida la vi con una bandera de Francia animando al escalador que estaba realizando una prueba. Cuando me vio me dijo que me sentara con ella. Me dirigí hacia allí y me senté a su lado. Me presento al chico que había con ella y me dijo quién era el francés guapo. Iba segundo en la tabla. También vi al español que iba cuarto.

Mel: Que tal el paseo?
Mar: Bien, nos hemos divertido.
Mel: Si ya se veía. Oye, y Pedri que?
Mar: ¿Como que Pedri que?
Mel: Nada, que sois muy amigos no?

Dijo recalcando el muy.

Mar: si... ¿Y tu y el escalador? ¿Como se llama?
Mel: Gabriel. Nos llevamos bien.
Mar:Si ya

Se me acercó a hablarme al oído susurrando.

Mel: Solo te digo una cosa. Las camas de cartón aguantan bien. Por si te sirve con... tu amigo Pedri.
Mar: Alaaaa.

Las dos nos reímos con lo que acababa de decir.

Mar: Bien hecho Melanie jajaja
Mel: Gracias, que mientras no compito aquí se viene a disfrutar.

Seguimos viendo la competición. Me ofreció la bandera de Francia.

Mel: Si quieres animar con nosotros...
Mar: Si me ven con eso en España me matan. Jajajajaja.

La competición acabó a las 10 de la noche. Cenamos unos bocadillos en las gradas. El español ganó el oro, cosa que me sorprendió. El francés quedó tercero, bastante bien. Salimos Melanie y yo solas para encontrarnos con Gabriel y Alberto (el español). La verdad es que si que conocía a Alberto, es mi vecino en Madrid. Está en la habitación de al lado de la mía pero no le había dicho nada a Roxana porque sé que le gusta y se pondría un poco celosa. En la puerta nos interceptó un periodista español con un cámara para grabar.

Periodista: Y aquí podemos ver a deportistas españoles apoyando a Alberto y haciendo amigos extranjeros.
Hola Marina estamos en directo para tdp

Melanie me pregunto qué quién era, yo se lo explique.

Marina: Hola, no tengo mucho tiempo ahora mismo.

Periodista: Quién es tu amiga y que tal tu estancia aquí?

Marina: Mi estancia maravillosa y ella es Melanie, una gimnasta del equipo Francés.

Periodista: ¿ Que os a parecido la competición y que hacíais aquí? Nos ha parecido curioso encontraros

Marina: Estoy muy orgullosa de mi compañero de equipo que es mi vecino en el CAR en Madrid. Pero principalmente estábamos aquí viendo a Gabriel, el francés, que es muy amigo suyo.

Dije señalando a Melanie y caminando hacia la salida.

Marina: Nos están esperando precisamente ellos, nos tenemos que ir.

Nos marchamos y el periodista continuó hablando.

Periodista: Este es un ejemplo de las relaciones que se forman entre los atletas olímpicos. Se crean amistades entre disciplinas y entre países y están todos juntos aquí en la villa olímpica...

Mel: Ahora llegaremos tarde.
Mar: No pasa nada.

Nos dirigimos a donde estaban los escaladores y vimos a Alberto y Gabriel celebrando, saltando y gritando con un estadounidense. Nos acercamos y cuando nos vieron nos saludaron. Y se acercaron a nosotras. Alberto vino saltando, nos saludo contagiandonos la alegría y me dio la bandera de España. Yo la extendí con él y nos pusimos a saltar y a gritar.

Alberto y Marina: ¡España, España, España, España!

Me reí y cuando acabamos con la tontería hablamos un poco con todos. Gabriel cogió de la cintura a Melanie y se acercaron mucho. Yo la mire y soltó una risita mirándome.

Melanie: Muchas felicidades a los tres.
Alberto: Muchas gracias, no me lo esperaba para nada.
Marina: Yo tampoco eh. He venido más que nada para pasar un rato con Melanie.
Alberto: Hombre gracias, ya lo sabía pero no hacía falta que me lo recordaras. Me he dado cuenta de que a ti te gustan más los futbolistas eh.

Nos despedimos y nos marchamos de vuelta a la villa para dormir. Llegué y mis compañeras ya habían vuelto así que enseguida nos fuimos a dormir.

Eres mejor que un oro olímpico | Pedri Gonzalez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora