Chat con extraños [EN PROCESO]

-Capitulo 3-

~•~

El dolor en mi mejilla es insoportable, cuando desperté, pasé mi mano por mi cara y al tocar el golpe, duele como la mierda.

"Maldita estúpida".

Sé que no debería expresarme así de ningún miembro de mi familia, pero es que tampoco es que colaboren mucho.

El hambre me tiene con un fuerte dolor de cabeza.

Es de madrugada y todos están durmiendo aún, decido bajar a la cocina y comer algo.

"ARG".

Me acerco a la nevera y la abro, de esta saco un banano.

"Leí en algún lado que comer una banana ayuda a controlar el hambre".

Pelo la fruta lentamente, la introduzco a mi boca y doy una mordida.

-¿Qué haces? -me sobresalto y tiro la puerta de la nevera de un solo golpe, giro para mirar al causante de mi mini-infarto.

-Me asustaste, estúpido.

-¿Qué hacías? - insiste. Sus ojos brillan con algo de curiosidad... o tal vez algo de sueño.

"¿Qué hace despierto a esta hora?"

-Estaba comiendo algo ¿No ves?- refuto lo obvio. Su mirada penetrante me da un escalofrío, sus ojos bajan y suben lentamente desde mis muslos descubiertos por mi bata de dormir, y se quedan fijos en mis hombros. -Bueno...me voy a... seguir durmiendo.- me alejo de la nevera, pero mi primo interrumpe mi camino y quedo atrapada entre él, la isla de la cocina y una pared.

-Buenas noches -se hace a un lado y me voy directo a mi habitación.

"Wow...eso fue... Raro".

Sí...

Le doy poca importancia a eso y me voy a mi habitación.

*****

Estoy intentando dormir, pero tuve sueños extraños con alguien que ni siquiera conozco y estoy sorprendida... y angustiada a partes iguales.

"Por Dios, ¿Es acaso posible?".

Sí.. ¡NO!. No podría ser capaz, además solo fue un sueño ¿Verdad?.

Paso mis manos por mi cara y suelto una exhalación, me siento y agarro mi teléfono que se encuentra sobre mi mesita de noche. Abro Instagram y reviso los post de memes de algunas historias de wattpad. Reviso mi buzón y solo tengo un mensaje, respondo amablemente y luego desbloqueo a mi chat desconocido.

[Desbloquear]

Tiro el aparato a mi lado. Dejo caer mi espalda sobre el colchón con las piernas aún cruzadas y miro el techo intentando descubrir algún movimiento raro, sí, así tipo paranormal, o tal vez como Beth Harmon, de la miniserie "Gámbito de dama".

Aburrida, no veo nada en la oscuridad, vuelvo a mi pose de indio y tomo entre mis manos el teléfono, leo los mensajes recién enviados:

¿Sigues enojada?

Bufo.

Claro que no. ¿Debería?

Pues me bloqueaste...Eso cuenta como enojo :)

Eso... no, no cuenta como nada ¿verdad?. Digo, sí me molestó lo que dijo, pero no se lo tengo que decir.