-Capítulo 4-

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~•~

¿Qué hago ahora?

No lo sé. Podría huir o simplemente quedarme plantada, viendo cómo mi mejor amiga me abandona por saludar a un chico que claramente ya no es nada mío, porque el susodicho no se ha dignado a escribirme, o llamarme, o ido a visitarme. No ha hecho absolutamente nada para saber de mí y de mi vida estos días.

¡Ah! Ya me obstine.

Quedamos en encontrarnos hoy en la cafetería que está dentro del centro comercial más cercano a nuestras casas, pero como suele hacer Karla; invitó a mi mejor amigo, no, a mi ex mejor amigo y eso cuenta como traición.

¿Cierto?

- Hola mi amorrrrrr, mi corazón de melón -me estruja los cachetes y yo hago un puchero.

Martín es un chico muy guapo.

Es un morenazo relativamente alto a mis estatura de minion, para ser exactos tiene una estatura de 1.80cm, pelo castaño oscuro y ojos negros como la noche.

Él y Karla son mis mejores amigos, nos conocemos desde hace unos cuatro años, al principio ninguno gustó de ninguno, pero con el paso de los días y los trabajos en equipo nos hicimos amigos, ya que siempre daba la desgracia o casualidad de que éramos el trío que no alcanzaba a juntarse con nadie más por estar distraídos, así que gracias a eso, nos hicimos más cercanos, de ahí en adelante todo fue fluyendo libremente, nos contábamos cosas de la vida del otro y así.

- Eres un traidor, deja mis cachetes quietos, rata inmunda -le doy un manotón, logrando que suelte la piel más suave de mi cara y suena una exhalación exagerada.

- ¿Yoooooo? Eso es mentira, si yo te amo -y aquí empieza con su drama. Coloca la mano derecha en su frente y la palma de la mano izquierda en su pecho, justo donde va el corazón.

- Karl tiene la culpa. -acusé- Tú no tenías que decirle que viniera a este tarado y sabes el por qué -la apunto con mi dedo índice.

Karla rueda dramáticamente los ojos heterocromaticos tan lindos que tiene y habla:

- Puff, dejen de ser taannn dramáticos -adopta un tono de voz serio y extraoficial- Sólo yo, oiganme bien- ahora es ella la que nos señala a nosotros- Sólo yo puedo ser la más dramática del trío ¿Entendieron?

Nos caracterizamos por ser bastante locos, dramáticos y peleones.

Somos muy, en extremo demasiado debatientes y desconfiados de casi todo, nos hacemos bromas pesadas y nuestros temas de conversación siempre varían, así como siempre terminamos diciendo "tendremos que hacer una encuesta sobre esto o aquello, mañana, verás que tengo la razón" o "quién tenga más votos a favor en la encuesta, gana"

- ¿Y a dónde vamos a parar? -pregunto.

- Pues a la cafetería pendeja -responde Martín mirándome con un gesto de obviedad.

- Pero estamos en el centro comercial, mejor vamos a vitrinear algunas tiendas de ropa primero y ya después entramos a la cafetería -propone Karla.

- Sí a todo, My love -digo.

- Siempre me siento como el mal tercio de la relación ¿Sabían? -comienza a quejarse Martin-. En este poliamor, me siento como el cacho.

Martin es un chico selectivo referente a todo. Tiene una personalidad un poco rara, si les soy sincera, un corazón genuino, pero un ego demasiado alto a veces.

Una de las cosas que tenemos en común los tres, es que llevamos dieciséis años robando oxígeno al planeta, y contando.

- Bueno, ¿por dónde empezamos? -pregunta Martín-. Y apiadense de mi por favor y no se demoren tanto, no se midan toda la jodida tienda -hace un puchero- Que me aburrooo -sus ojos brillan y nos mira pícaramente- A menos que me muestren también cómo les queda la ropa interior, ¿Eh?

Chat con extraños  [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora