La bestia levantó la cabeza al oír el susurro de pasos en la oscuridad, pero Wei Ying, rápido de reflejos y con una admirable velocidad, se escabulló tras unos arbustos mientras llevaba presuroso a Lan Zhan con él.
Ambos se escondieron y ocultaron cautelosamente sus auras sin dejar que se revele lo más mínimo de ellas, a la vez que esperaron pacientemente a que aquella criatura ya no tuviera ningún recelo y relajara su vigilancia una vez más.
Ninguno de los dos comprendía qué hacía un Lobo Púrpura sin Sombra en aquel valle, pero no tenían intenciones de descubrirlo perturbando la paz de la criatura tampoco. No se atrevían a provocarlo ni alertarlo de ningún jodido modo.
Sin embargo, y al parecer, aquella bestia, era feroz y agresiva pero tonta. No los notó. O quizás no le preocupó en realidad que hubiera alguien allí. No tenía la intención de alejarse de aquel lugar. Simplemente se mantuvo custodiando los límites del estanque de sangre, como si esa fuera su única y más urgente prioridad. No le interesó demasiado registrar los alrededores más alejados, ni averiguar de qué se trató aquel sonido que rompió por un instante el silencio de la noche.
Wei Ying creía que, si no se acercaban de forma descuidada hasta el lugar que éste protegía tan celosamente, estarían naturalmente a salvo. Quiso expresarle su rápida apreciación a Lan Zhan, pero cuando lo miró al rostro de pronto no pudo hacerlo.
Había aprisionado al Lan contra el suelo y el joven de níveas prendas no se podía mover un sólo centímetro bajo su custodia. Lan WangJi, tendido bajo él, tenía en el rostro una expresión más fría y rígida de lo usual y había un temblor casi imperceptible en sus pestañas que dejaban perfectamente en claro lo increíblemente incómodo que se encontraba. Sin embargo, desde su sumisa posición le era imposible echar un vistazo al exterior y tenía que permanecer en su lugar hasta que Wei Ying decidiera que su apresurado escondite era perfectamente seguro.
Los ojos de Wei WuXian se iluminaron de forma peligrosa con un brillo malicioso mientras atrapaba a Lan WangJi más cerca y le sonrió inocentemente desde su altura como si el movimiento no pudiera ser evitado.
Lan Zhan apretó sus labios en una fina y dura línea cargada de indignación e ira, pero no se movió.
Ni siquiera el mismo Wei WuXian sabía cuál era su intención al hacer aquello, pero no pensó demasiado.
Había una emoción extraña reptando en su interior y no era exactamente por aquella peligrosa aventura en la que se vieron envueltos. Era algo desconocido y misterioso, intangible e inherente a él, que lo atraía hacia el Jade Lan como un jodido imán, que le hacía querer molestarlo sin saber precisamente por qué.
Los ojos de Lan WangJi se elevaron para encontrarse con los suyos y Wei WuXian tembló de forma incomprensible. Esos ojos brillaban como estrellas en la noche y parecían estar llenos de una profundidad infinita. Si alguien mirara desprevenido aquellos claros y profundos pozos, podrían sumergirse fácilmente en ellos y podrían terminar siendo incapaces de salir por un largo tiempo.
Atrapado en su mirada, efectivamente, Wei WuXian, tardó mucho tiempo en reaccionar. Adormecido, le pareció una eternidad más tarde cuando se enderezó para apartarse finalmente del chico.
Sintió un ligero rastro de falta de voluntad, e indecisión en sus movimientos que no comprendió de inmediato. Extrañamente se separó de Lan Zhan de forma rígida y casi a regañadientes, reteniendo de manera apresurada un inexplicable suspiro tembloroso. Apartó la mirada para estudiar aquel valle silencioso y en penumbras, dispuesto a quitarse del cuerpo la sensación y tratar de encontrar detalles acerca de lo que significaba realmente todo aquello.
Mientras más miraba más confundido se sentía.
El estanque de sangre formaba parte de una configuración aún más grande y compleja. Tenía el aspecto de una luna creciente, dibujada profundamente en el suelo y creada como a partir del corte transversal de una espada gigante. El pozo gigante tenía del alcance de unos siete metros de longitud y una profundidad imposible de discernir a simple vista. Parecía estar, también, dentro de una formación mágica intrincada que suprimía un aura pesada de resentimiento en el centro.
La energía demoníaca se movía en su interior como si estuviera en constante ebullición. Pero, en un momento, ante sus miradas aturdidas y estupefactas, la sangre en el interior de aquella piscina de súbito pareció hervir y emitió una luz sangrienta y demoníaca. Sin embargo, volvió a serenarse de inmediato. De forma gradual y paulatinamente, comenzó a transformarse hasta quedar luego bajo una calma sesgada y aparente. Sin alteraciones. Tan aterradoramente pacífica y silenciosa que era jodidamente espeluznante y antinatural.
La extrañeza de aquella escena los había dejado sin palabras.
Casi parecía que podría volver a removerse en cualquier momento para sacar de sus entrañas a una bestia demoníaca sin igual. Afortunadamente, la sangre acumulada en su interior no volvió a agitarse. Aunque, parecía haber algún cambio surgiendo en sus profundidades. Cambio que fue imposible que ninguno de los dos notara debido a que, en ese mismo momento, una decena de polillas devoradoras de sueños revolotearon a su alrededor en un ataque que los tomó completamente desprevenidos.
Wei Ying logró mantener la consciencia, pero la multitud de insectos voladores se arremolinaron sobre sus cabezas, envolviéndolos en una nube de polvo con efecto somnífero del que a Lan Zhan, insólitamente susceptible y cogido con la guardia baja, le fue imposible resistir. El chico cayó adormecido en un instante y Wei WuXian, apenas pudo atrapar su cuerpo desvanecido antes de escapar rápidamente de aquel sitio por temor a ser descubiertos.
Fue difícil espantar aquellos molestos bichos y fue aún más tedioso intentar hacerlo mientras llevaba al Lan completamente inconsciente en sus brazos, pero logró encontrar una caverna pequeña escondida entre una densa arboleda de bambú y los repelió con eficacia antes de escabullirse dentro.
El lugar era estrecho y Wei WuXian sostuvo firmemente a Lan Zhan en brazos sin saber qué hacer con él. Sin embargo, antes de poder hacer nada en realidad y de repente, Lan WangJi comenzó a sudar y a moverse en sueños, a la vez que se mordía con fiereza los labios mientras reprimía unos sonidos bajos que asustaron enormemente a Wei Ying, porque éstos parecían eróticos gemidos cargados de lujuria contenida.
Joder.
¿¡Qué demonios estaba soñando el Lan!?
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Sweet dreams
FanficLan Zhan se niega a aceptar que los sueños recurrentes que tiene con Wei Ying esconden, en realidad, los más profundos y desesperados deseos de su corazón, pero cómo debería reaccionar a estos cuando se vuelvan cada vez más explícitos e indecorosos...