Capitulo V

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De repente, sus manos viajaron hacia mí y me elevaron del suelo mientras me sostenía frente a él. Envolví mis piernas alrededor de el para más seguridad, y descansé mis brazos a ambos lados de sus hombros. Solo podía imaginarme lo que iba a ocurrir a continuación.

Caminó hacia otro lugar mientras me sostenía, me di cuenta de a donde se dirigía, ya que solo podía ver el fondo de la sala. Él me llevó a una zona más oscura, paredes grises y una alfombra color negro. Solo había un lugar que me imagino que es; el dormitorio de su esposa.

Suavemente me colocó en el borde de la cama, poniéndose cómodo mientras sus dedos jugaban con el dobladillo de mi camisa, entonces él se pasa la mano por los cabellos. Sus manos ahuecadas a cada lado de mis pechos antes de acariciar su rostro entre medio de ellos. Plantó besos por todo mi pecho y clavículas, mientras yo pasaba la mano suavemente por sus cabellos, absorbiendo cada momento.

Él se detuvo, me miraba con deseo y entonces me señalizó que descarte la prenda de su cuerpo. Comencé a desabrochar los botones desesperadamente lento, lo que lo aturdió, pero también gustó. Finalmente desabroché todos, y él terminó de retirarse aquella prenda, dejándola en el suelo. Entonces el simplemente se deshizo de sus pantalones y bóxer que colgaban por sus tobillos, quedando complemente desnudo frente a mí.

"Papi se ve tan bien sin ropa." Inocentemente dije, formando un puchero con mis labios.

"Vamos a ver cómo te ves tú sin ropa." Respondió con una sonrisa. Momentos después, sus manos estaban en la parte posterior de mi sujetador, desenganchándolo sin problemas, viendo como caía de mi cuerpo. Sus ojos miraban hambrientos mi pecho desnudo. Pero no hizo nada con ellos, simplemente, fue a atacar mis jeans.

Abrió mi cremallera, y sentí cosquillas ante la idea lo peligrosamente cerca que estaba de mi área. Solo lo quería, lo más que fuera posible.

Tiró de mis jeans hasta que ya estaban arrugados tirados sobre el suelo, y dio un paso atrás o dos para admirar la vista. "Eres tan caliente bebé. Te va a encantar tener la gran polla de papi dentro de ti."

Fue entonces cuando la realidad me dio un golpe. Él no sabía que yo era virgen, y eso me asustaba mucho. ¿Cómo mierda iba a tomar esto?. Puse mi miedo a un lado mientras él me frotaba a través
de la ropa interior tan suavemente. Me daba la esperanza en cuanto a lo duro que iba a follarme. Quizá iría lento. Me queje a mis adentros cuando sentí sus dedos índice y pulgar atrapando el elástico de mis bragas, arrastrándolos por mis piernas hasta que cayeron al suelo "Muy bonito."
musitó "Voy a follarte tan duro, nena."

Temblaba de miedo. Pero Marco confundió aquello con impaciencia y frustración. Él se rió entre dientes antes de presionar su dedo índice sobre mi clítoris. "Papi, oh, mierda."

Traté de detenerlo, y decirle que tenía miedo, pero el placer que él me daba rodeando mi clítoris con sus dedos me silencio, haciendo que de mi boca solo salgan gemidos y gruñidos. Segundos más tarde, él se apartó de mis pliegues. "¿Estás lista para papi?"

Negué con la cabeza sin cesar, admitiendo finalmente el miedo que sentía, mientras que su rostro mostraba preocupación y frustración. "E-estoy asustada, vas a hacerme daño."

"Hay una línea muy fina entre el dolor, y el placer, cariño."

Él contestó, con vos baja y ronca.

"N-no, papi, n-nunca he hecho esto antes..." Finalmente dije, y sentí un alivio dentro de mí. Sus ojos se suavizaron ante mis palabras, ya no estaban llenos de lujuria y deseo. Lo arruiné, maldición, lo arruiné.

"Deberías habérmelo dicho, bebé." Él susurró, presionando su frente con la mía. "Deberías habérmelo dicho."

"¿Estás enojado conmigo?" le pregunté espantosamente, y él me sonrió con calidez antes de negar con la cabeza.

Yes Daddy |Marco Morales|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora