Capitulo VII

45 3 0
                                    

"Bien." respondió en voz baja, llevando casi a escondidas su mano izquierda cerca de mi pierna. "Sólo quiero que te sientas cómoda." Y con eso, sus dedos recorrieron mi pierna hasta apoyar su palma en mi muslo.

Traté de retener un gritito silencioso, pero fracase miserablemente. Me alegré de que mi uniforme escolar fuera estrictamente falda y calcetines hasta la rodilla, porque, ¿de qué otra forma el Sr. Morales iba a tocarme tan fácilmente?

"La razón por la que quería verte hoy es porque... Supongo que sabes que no podemos seguir con esto." él dijo con cierta ironía mientras su mano acariciaba mi muslo. "A menos que quieras."

Me silencié ya que no tenía idea que contestar. ¿Se supone que debo sonar como una necesitada de mierda y admitir que quiero follar otra vez? ¿Y qué quiero sentir su lengua entre medio de mis piernas?

"Entonces dime, ______... ¿qué quieres?" El susurró seductoramente. Me mordí el labio mientras sus dedos se levantaban de mi pierna, deteniéndose justo por encima de mi ropa interior mojada.

Cerré los ojos esperando, sin duda seducir a una
adolescente mientras manejaba era peligroso. Solo quería que se detuviese para poder responder su pregunta. "Bueno, ¿entonces? ¿O tengo que averiguarlo yo mismo?" El simplemente murmuró. "Apuesto a que estás tan
jodidamente mojada para papi en estos momentos."

Me pregunte cuanto tiempo le tomaría empezar a usar esa palabra otra vez. Él tenía razón, estaba tan mojada para él, y solo para él.

"Si no me respondes tú, entonces no me dejas opción, nena." casi gimió. Apretó tres dedos en mi centro, haciéndome gemir en voz alta antes de que empezara a frotar lentamente.

"Estas empapada ¿verdad?" reflexionó, sonriendo. "No vas a tener que chuparme los dedos esta vez, pequeña."

"Por favor." me atragante. ¿Iba a hacerlo de nuevo? Que se apresure.

"¿Quieres que papi lo haga?" sonrió. "¿Quieres los dedos de papi dentro tuyo?"

Asentí con entusiasmo, tratando de recuperar el aliento mientras sus dedos pasaban por mi ropa interior. Me mordí el labio con impaciencia. El sacó los dedos de mi cuerpo, y sonrió antes de pasarlos por su labio. Sus dedos no tardaron en volver a mi muslo, entonces supuse que debía prepararme para una gran cantidad de placer, y tal vez un poco de dolor.

Su dedo índice y medio llegaron a mis pliegues, haciendo que deje escapar un gemido cuando se acercaron a mi entrada. "¿Estas lista, bebé?" Él tarareó, haciéndome echar la cabeza hacia atrás mientras asentía débilmente. "No creo que lo estés." Él bromeó y comenzó rodeando el borde de mi apertura. ¿Realmente se estaba burlando de mí ahora? Dios, no sabía nada sobre sexo, pero si sabía que las burlas en tal momento eran molestas.

"Por favor, estoy lista." Gemí, pero aun así no dejaba de añadir presión en mi entrada.

"No te escucho, bebé. ¿Qué dijiste?" Él musitó y me di cuenta de lo que él quería oír.

"Estoy lista, papi."






























































































































































































-𝚇🦦

Yes Daddy |Marco Morales|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora