Hechizando al otro chico

9.- Liberty Lane

Salieron a una calle tranquila y Hermione se dio la vuelta por un momento y agitó la mano mientras susurraba lo que Bruce asumió que era un hechizo de bloqueo para la puerta, especialmente desde que escuchó el sonido metálico resultante de un cerrojo cuando se disparó a casa. Luego volvió a agitar la mano y de repente sintió que se le erizaba todo el pelo de los brazos y de la nuca. Hermione notó cuando comenzó a frotarlos.

"No te preocupes. Eso es solo las salas de seguridad. Se sienten un poco como electricidad estática, al principio, cuando estás cerca de ellos ", explicó mientras se acercaba a su lado y deslizaba su mano en la de él.

"¿Qué opinas?" Luego susurró con entusiasmo y Bruce supo que estaba hablando de la maravillosa vista de la calle frente a él, aunque al principio fue un poco difícil concentrarse en ella debido a la sensación de su mano en la de él y la cercanía de sus manos. cuerpos.

Lo que realmente quería hacer era empujarla contra la pared más cercana y continuar ese beso de antes. Sin embargo, todo iba tan bien, mucho mejor de lo que pensó que sería posible de nuevo después de su... accidente. Realmente no quería estropear las cosas con esta maravillosa mujer, así que no se apresuraría... nada. De hecho, ni siquiera sabía si... algo ... alguna vez sería posible, debido a su condición. Trató de alejar ese pensamiento por el momento y decidió simplemente disfrutar de estar en su compañía mientras se concentraba en la vista que tenía frente a él.

Cuando sus ojos se adaptaron al crepúsculo, pudo ver lo que a primera vista parecía ser una réplica turística de una ciudad colonial, con calles adoquinadas. Sin embargo, cuando Bruce miró más de cerca, pudo ver que esta ciudad en particular no era una réplica. Los materiales que formaban los edificios, las lámparas de gas parpadeantes que iluminaban la calle y los mismos adoquines de la calle revelaban su verdadera edad. Sin embargo, a pesar de su obvia antigüedad, todo estaba impecable, inmaculadamente mantenido y parecía recién construido. Luego permitió que sus ojos vagaran por encima del nivel de la calle y se maravilló de las formas extrañas e inusuales de los edificios y se dio cuenta de que algunos de ellos parecían desafiar la gravedad con su estilo de construcción casi abstracto.

"Es mágico, ¿recuerdas? No tiene por qué tener sentido ", dijo comprensivamente. Sabía cómo se sentía él desde que recordaba claramente haber visto el Callejón Diagon por primera vez como una bruja nacida de muggles. Liberty Lane también podría hacer una declaración similar para los no iniciados.

Él asintió con la cabeza al reconocer la absoluta verdad de su declaración. Luego se dio la vuelta para ver el exterior de su tienda y se quedó boquiabierto. Mientras que la fachada a la que había entrado esa noche se parecía a una simple casa de estilo colonial de dos pisos, ¡de este lado era muy diferente! Aquí parecían varias de esas casas, todas apiladas una encima de la otra y todas inclinadas hacia la derecha. De hecho, le recordó mucho a la Torre Inclinada de Pisa, algo que había visto brevemente durante los viajes de mochilero de sus años universitarios.

Ella se rió a carcajadas ante su expresión. "¿Listo para esa bebida ahora?" preguntó amablemente.

Él solo pudo asentir con asombro mientras ella lo conducía por la calle y señalaba los otros edificios que parecían pertenecer a un libro del Dr. Seuss. Al parecer, había un boticario, un fabricante de varitas, una tienda de mascotas, una tienda de dulces y un edificio muy impresionante que resultó ser un banco.

"Está dirigido por Goblins", murmuró Hermione al pasar. "Desafortunadamente, todavía no les agrado mucho, incluso si hice todo lo que pude para compensarlos ... y estábamos en medio de una guerra, después de todo. Sin embargo, seguirán haciendo negocios conmigo ... así que probablemente sea todo lo que puedo pedir ". Bruce simplemente archivó esa información, pero como no tenía idea de qué decir al respecto en este momento, especialmente porque estaba sobrecargado de información, simplemente continuó mirando a su alrededor. Ya era bastante tarde para ese momento, por lo que todos los negocios estaban cerrados y solo vieron a un par de personas además de ellos en la calle mientras caminaban hacia lo que parecía ser una taberna al final de la misma. Según el letrero que colgaba afuera, el establecimiento se llamaba The Flying Monkey..