Pov JiMin:
Había pasado exactamente una semana desde que fuimos a dejar alimentos a aquellas familias, una semana en la que no veía a JungKook, lo cual era raro, él había sido bastante insistente en ser "cercano a mi", ahora no sabía nada de él, ni siquiera Yoongi había asistido a las charlas que daba Jin, por lo tanto con mayor razón JungKook no había vuelto a aparecer frente a mi.
Me quise convencer de que era lo mejor, él era una mala influencia, sus palabras y maneras de comportarse eran todo lo que estaba mal, Jin tenía razón al decirme que debía mantener la distancia con él, no quería meterme en problemas. Mantener a JungKook lejos era lo mejor, no necesitaba más contacto con él, mucho menos después de la última vez.
No debía pensar en él.
Ni en su cabello negro, ni en sus perforaciones, ni en esa mirada penetrante, ni en su sonrisa, ni en su...
¡Jimin concéntrate!
Gritó la vocecita en mi cabeza, yo suspire quitándome la sotana, quería caminar un poco, me la había pasado toda la mañana ayudando al padre Kang a limpiar la capilla y mover algunas figuras de cerámica de lugar, al final todo había quedado como lo planeado, pero estaba agotado y lleno de polvo, así que me fui a la cual era mi habitación en el convento, estás eran simples, una ventana, una cama en el centro, una mesita de noche, un ropero y un crucifijo de plata que colgaba en la cabecera de la cama, no era una habitación muy espaciosa pero era mi lugar privado y era suficiente.
Los baños estaban por separado, así que prepare todo lo necesario y fui allí, por lo general tomaba baños cortos, ahora me tome algo más de tiempo en quitar el polvo de mi cabello. Me vestí con los pantalones y camisa negra que correspondían, finalmente me puse el cuello clerical, una vez lo había olvidado y terminé castigado por dos horas de rodillas rezando frente al altar, mis piernas dolieron, pero sabía que me lo merecía.
Finalmente logré salir, solo comencé a caminar sin rumbo, me gustaba eso, simplemente caminar sin nada más en mi mente, todo en completa calma, él día era nublado y por extraño que sonara, me gustaba, amaba el aroma a humedad, ver a las personas caminar abrigadas con sus manos en los bolsillos, algunas bebiendo café, yo llevaba una chamarra negra para evitar congelarme, el día a mi parecer era perfecto, si, daba un ambiente triste, pero no me importaba, a mi me gustaba que de alguna manera también transmitía calidez, los días nublados y los lluviosos parecían tener el poder de unir a las personas y eso me encantaba.
No habían muchas personas en las calles, quizá debido al frío, pero si habían algunas en las cafeterías, autos circulando y también podía oír a alguien reír cuando pasé por un callejón junto a lo que parecía un bar, claro, esto debido a las grandes letras neón que decían "Bar Sunset", pues nunca antes había entrado a ese tipo de lugares ni me interesaba entrar allí.
Aquella risa se hizo más fuerte, era algo obvio que esa persona se estaba acercando, cuando me volteé pude ver a Yoongi salir del callejón tambaleándose, la única razón por la que no caía era porque otro chico lo sostenía. Detuve mis pasos al instante, cuando Yoongi alzó la mirada y me vio, pude jugar que se puso más blanco de lo que ya lo era, pero eso no fue lo que realmente me importó, pues pude ver un hematoma en su pómulo, su labio también estaba roto y con sangre seca, él había dejado de reír, solo nos mirábamos hasta que logre reaccionar y fui a grandes zancadas hacia él.
— ¡Yoongi! —llamé, él ni siquiera se movió, algo obvio cuando por suerte se podía mantener en pie— Por Dios... ¿Qué te ha sucedido?
Me detuve frente a él, alcé mi mirada al chico que no conocía, él sonrió, yo frunci el ceño.
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LIBIDO《KOOKMIN》
أدب الهواةLIBIDO = LUJURIA Asmodeus y Astaroth, considerados dentro de los demonios más poderosos, aún así Lucifer reina en los infiernos, dispuestos a arrebatarle el trono, ambos se unen con el objetivo de crear un ser con cualidades de ambos, un ser capaz...