Extra

1.2K 163 91
                                    

Majiro se encontraba un poco ansioso, el encargado de aquella tienda se había ido hace unos treinta minutos a buscar lo que venía a recoger, ¿Y si pasaba algo más?, ¿Que tal si le había pasado algo malo?, ¿Y si le dio un paro cardíaco y murió?, pero todas esas preocupaciones se esfumaron de su mente cuando el vendedor apareció con su encargo.



Salió de la tienda no sin antes agradecer y fue hacia su casa para ver
algunas cosas que haría mañana por la noche.



La noche era agradable a pesar de la nieve que llenaba las calles de color
blanco y las ponía resbalosas, se acostó en su cama y cerro los ojos
esperando dormir, pero le fue imposible debido a los nervios y lo que le esperaba mañana en la noche, las horas pasaron y solo pudo pegar los ojos por unas tres horas antes de levantarse e ir a reservar un lugar, después regreso a casa y mando un mensaje de texto a su novio invitándolo a una cena que daría lugar en un restaurante.




Llego la noche y el frio estaba a flor de pie por lo que cuando manjiro
salió del cuarto de baño tenía un poco de frio, se alisto con un traje
negro y formal, una chaqueta del mismo color, peino su cabello medio corto hacia atrás y salió de su casa directo a ese restaurante. Mientras esperaba sentado en aquella mesa sus nervios crecieron con las ganas de ver a su precioso novio, al oír unos pasos acercarse a él levanto la vista y lo vio.




Su cabello tan negro como siempre, sus ojos tan azules y hermosos, sus
labios perfectamente tallados y colocados en su rostro, vestido en un traje negro que hacía resaltar la belleza que este poseía, aquella chaqueta blanca resaltaba su porte, era como ver a afrodita en versión hombre de carne y huesos, sus manos tan lindas y suaves, y su sonrisa al verlo era como si fueras bendecido y hechizado por él. Manjiro solo pudo invitar a tomar asiento a su invitado, no por que este nervioso si no por que quería admirar la belleza de ese ser que era su novio y en poco tiempo su esposo.



Ambos tomaron asiento y empezaron a hablar sobre sus trabajos, al llegar la cena ambos comieron en un silencio cómodo para ambos, cuando terminaron los platillos Takemichi hizo una pregunta.



ー Amor, es lindo pasar nuestro aniversario juntos ー sonrió el chico de cabellera negra.

ー Siempre es un deleite estar contigo, no solo en nuestro aniversario amor sino también cada segundo de mi vida ー agregó coqueto el mayor.


Esa noche de diciembre se había convertido en su aniversario, estos 10 años que pasaron lo celebraban siempre como si fuera la primera vez que se hubieran confesado, y después de 10 años su relación daría el siguiente paso hacia una unión aún más importante de la que tenían hasta ahora, los amantes que nacieron bajo el cielo en aquel primer encuentro pronto se unirían en vida para formar a uno solo.



ー Me gustaría hablar contigo en el balcón ー se levantó de su silla e indicó que lo siguiera.




Su contrario solo lo siguió sin ninguna queja y ambos se posaron sobre el barandal de aquel fino restaurante, ambos admiraron la belleza de la vista helada como si fuera un paraíso de hielo el que hiciera juego con la pureza de su amor, manjiro volteo hacia su menor y lo llamó.




ー Desde el primer instante en el que mis ojos se cruzaron con los tuyos no pude dejar de verte ー tomo la mejilla de su novio con las yemas de sus dedos ー Robaste mi corazón con tu primera sonrisa, haces a mi corazón sentirse como un adolescente, me encanta la forma en la que eres ー tomó un mechón del cabello contrario ー Realmente me encanta todas y cada una de las cosas que vengan de ti ー agregó.





Takemichi se sentía avergonzado con todas aquellas palabras, no por que le
disgustaran si no por que podía ver que Mikey lo decía desde el fondo de su corazón y eso hacía que su corazón palpitara tan fuerte como la primera vez que lo vio, sus mejillas se  tornaron de un color carmín cuando manjiro se arrodillo frente a él.



WE SHOULD? HEATHER || MTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora