Amapola | H.S [+18]✓

Capítulo 1: Buenas noticias.

Capítulo dedicado a MrsIrwoodfordmings
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Steven Johnson y yo llevamos casados aproximadamente tres años, una relación estable podría denominarse,  él un hombre de negocios dedicado al buen vivir y al darme lo mejor para que no me sienta sola dentro de todo esto, temperamental, romántico y competitivo en cuanto a amar se trata. Un hombre que sería capaz de enamorar a cualquier mujer, y me siento afortunada de estar a su lado.

Yo, una mujer con espíritu libre, ganas de amar, apasionada y con una cierta obsesión por la perfección. Todo está bien hasta ahora: el hogar, los negocios y la relación.

Vivimos en Londres desde hace ya dos años, pues cuando nos casamos quisimos vivir en una casa de campo al sur de Birmingham, pero al transcurrir del tiempo nos dimos cuenta que el campo no era para nosotros. Mi esposo, siendo dueño de la empresa recicladora la más grande de Londres, "Viplast", nos ha dado la oportunidad de poder adquirir varios lugares de este, decidimos mudarnos a la capital para estar más cerca de la empresa, y de la familia.

Y aquí tengo lo que siempre he querido: Una gran casa con piscina, un jardín increíble, y la tranquilidad.

- Cariño.- Siento que agitan mi cuerpo de un lado a otro.-

Abro mis ojos lentamente dejando que la luz que refleja mi ventana me deje sin visión haciendo que vuelva a cercar mis ojos confundida.-

- Disculpa que te despierte, cielo. Pero necesito saber cómo demonios se utiliza la freidora de aire.- Habla en susurros y pongo mis ojos en blanco quitando la sábana salmón que cubría mi cuerpo desnudo.-

Me levanto a regañadientes mareandome un poco por la repentina acción, y siento como Stev me palmea el trasero haciéndome saltar. Giro mi cabeza mirándolo de manera fulminante mientras pongo mi bata de seda roja.

Odio que me despierten.

Arreglé un poco mi cabello y limpie mi rostro tomando mis pantuflas blancas, Steven se coloca a mi lado dedicándome una sonrisa y yo solo me dispongo a bajar los escalones.

- Buenos días, señora Jhonson.- Habla Melissa, una de las señoras  que me ayudan a mantener la casa en orden.-

- Buenos días, Mel.- Saludo dedicándole una sonrisa.-

- Desde que compramos eso, nunca supe como usarla.- Dice encogiéndose de hombros.-

- Es sencillo.- Digo conectando aquel negro aparato cuando apenas entro a la cocina.- Una vez que este encendido, abres aquí.- Abrí la freidora.- Colocas la cantidad de...- Busque con mis ojos lo que él quería freír.- ¿Qué vas a freír? - Pregunto cuando no encuentro absolutamente nada en la mesa.-

- Tengo unas papas en la nevera.- Dice dándose la vuelta y buscándolas.-

Cuando al fin las encuentra, las tiende para mí.

- Lo que no entiendo es porque demonios quieres usar la freidora a las seis con cincuenta de la mañana faltando diez minutos para irte a tu trabajo.- Tomo las papas que se encuentran en una pequeña bolsa transparente.-

- ¿Por qué no dejas ese mal humor a un lado y te dedicas a darme un beso? - Su voz ronca llega a mí erizando mi piel.-

Volteo ante el repentino cambio que tuvo Steven y este se encuentra con un ramo de rosas rojas frescas y una carta entre ellas.

Una sonrisa no tarda en dibujarse en mi rostro haciéndo que se vaya un poco mi mal humor. Me acerco a él tomando aquel hermoso ramo, y llevo mis labios a los suyos para unirlos en un sensual beso. Sus manos sujetan con fuerza mi cintura aprentandome más a él, y el calor se hace presente cuando una de sus manos baja hasta mi trasero y lo aprieta un poco.