Amapola | H.S [+18]✓

Capítulo 8: Lirios y cita inesperada.

Capítulo dedicado a cheerrysgirl

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Rasco mi nuca con incomodidad y siento gotas de sudor bajar por mi espalda. Sirvo un vaso con limonada disfrutando del cálido viento chocar contra mi rostro alborotando mi cabello, tomo mi teléfono y marcó el número de Amanda.

- ¡Querida! - Su característica voz con ese acento latino me hace sonreír.-

- Querida.- Repito acomodando mi cuerpo en una de las sillas alrededor de la mesa blanca.- ¿Qué tal?

- Todo bien hasta ahora, saliendo del gimnasio, necesito tener buen trasero para este verano.- Bromea soltando una risita haciéndome reír a mi también. - ¿Y tú qué? - Escucho el sonido de un auto abrirse a lo que asumo que está entrando en el suyo.-

No puedo evitar reír fuerte ante su comentario.

- Bien, hoy llegó Robert de sus vacaciones y se quedarán a cenar junto a Meredith y las niñas.- Suelto un suspiro algo cansado.-

- ¿Y? - Pregunta haciendo énfasis, curiosa de saber el porqué de mi tono de voz.-

- Se trata de el Señor Styles.- Suelto mirando a mi al rededor para asegurarme de que nadie esté cerca y pueda escucharme.- Han pasado situaciones muy extrañas, Amanda.- Hablo rápidamente y caigo en cuenta que sueno algo paranoica.-

- ¿Te faltó el respeto? - Pregunta con voz demandante -

- ¡No! - Exclamo nerviosa rascando mi nuca nuevamente.- El Señor Styles es demasiado recto como para faltarme el respeto.- Afirmo.- Sólo que hemos tenido momentos algo incómodos en los que me ha dicho cosas desconcertantes.- Observo la puerta de cristal que da con el jardín asegurandome de que nadie pase y pueda escuchar.-

- Los hombres son muy raros, Soph, de eso no cabe duda. Si el Señor Styles es tan recto como lo dices, seguro trata de decirte otra cosa y lo mal interpretas.- Habla con normalidad y siento irritación en todo mi rostro.-

- Me gustaría ver tu rostro cuando seas acorralada por la mirada de aquel hombre, desearás estar debajo de la tierra y al mismo tiempo encima de él.- Hablo entre dientes.-

- ¡Vaya! - Ríe atónita, juro que puedo imaginar su rostro.- Si causa esos efectos en una mujer tan centrada como tú, es porque en su mirada hay mucho más allá, me interesa.- Puedo jurar que sus ojos están brillando en este momento, y una oleada de celos se apodera de mi cuerpo, ¿Por qué?.- ¿Estará soltero? - Inquiere saber y mis ojos se ponen en blanco por inercia.-

- Sí, sí está soltero.- Sacudo mi cabeza alejando un poco los celos en mí y recordando que se trata de Amanda.- Pero el caso es que ayer sucedió algo, que no me había pasado nunca antes, pero no podré seguir halando contigo por llamada, acaba de llegar Meredith.- Observo desde el cristal varias siluetas en la gran sala que caminan hacia la puerta del jardín.- Mañana, en tu casa, diez de la mañana, llevaré el vino.-

- ¡No puedo creer que te lo has follado! - Grita alterandome desde el otro lado de la línea con algo de diversión.-

- Que no me lo he follado.- Siseo entre dientes.- No puedo seguir hablando, mañana te cuento, te quiero. Nos vemos.- Cuelgo la llamada sin dejar que Amanda responda.-

Dejo mi teléfono en la mesa, y me levanto para recibir a las dos preciosas niñas que corren hasta mí.

- ¡Pero qué hermosas están! - Acaricio sus rubios cabellos casi dorados.-