Capítulo 4

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Al día siguiente me desperté a las 10:00 de la mañana ya que tenía que hacer el equipaje porque al día siguiente me iba a ir a Nueva York. También tenía que ir por la tarde a despedirme de mis amigos y de mi profesora Ninfodora, sé que sonará extraño que me despida de la gente si tan solo me voy 2 días, pero soy muy cariñosa. Después de hacer la maleta me cambié de ropa y me fui al lago para darme un baño y relajarme un poco. Cuando llegué al lago observé que había una pareja bañándose y riéndose a carcajadas mientras jugaban a ahogarse. El lago está como dividido en dos partes, ellos estaban en una así que para no molestar me fui a la otra parte. Al meterme al agua sentí un escalofrío, el agua estaba muy fría y habían unos peces de tamaño mediano jugando entre si. El ambiente era muy cálido, sentía que una brisa se envolvía por mi cuerpo poco a poco y de repente escuché que alguien me llamaba gritando desde lo lejos. La voz la reconocí al instante. Era Eli. Me giré hacia la derecha y vi que estaba ahí mirándome con una sonrisa pícara mientras se mordía los labios desde lo lejos. Me levanté y fui corriendo hasta donde estaba él para ver que le sucedía.

-Hola. Dije nerviosa porque su sonrisa se contenía en su rostro.

-Hola cuánto tiempo. Dijo Eli con voz nerviosa.

- ¿Qué haces aquí?- Pregunté extrañada por su presencia.

-Quiero aclarar las cosas contigo, ¿quieres tomar algo en mi casa?

-Katy no nos puede ver juntos, sospecharía cosas que no son.

- Solo quiero que sepas lo que siento. Dijo Eli borrando la sonrisa que tanto me gustaba en él.

-¿Estás seguro que Katy no irá a tu casa?

-Si, lo estoy. Dijo Eli mientras esa famosa sonrisa volvía a aparecer en su perfecto rostro. Vale, si, creeréis que aún estoy coladita por él, pero no, no lo estoy, solamente lo veo atractivo, ¿a ver, quien no le ve atractivo?

-¿Entonces te vienes? Dijo Eli con la ilusión reflejada en sus ojos.

-Pues claro. Dije y después de esas dos últimas palabras le di un abrazo. Vale, lo sé, no es lo más adecuado darle un abrazo a un ex que no me entendió que me fuese a ver a mi abuela, pero en ese momento no me pude contener. Media hora después ya estábamos en su casa sentados en el sillón que había en el salón.

-¿Quieres té o prefieres café?

-Café mejor, gracias. Dije con voz temblorosa ya que estaba nerviosa de que Katy viniese.

-Ya está listo, enseguida voy. Dijo Eli desde la cocina

Mientras tomábamos el café no hablamos nada y nos evitábamos la mirada ya que después de dos años sin vernos y que la última vez que nos vimos fuera tan brusca, quieras que no, es incómodo.

- Bueno, ¿Qué tal te han ido estos dos años? Dijo Eli mirándome fijamente a los ojos. Siempre me había intimidado su mirada, desde aquel día en el taxi.

- Bastante bien, la verdad, ¿Y a ti?

- Bueno, bien, como podrás ver. Dijo Eli mientras se reía y señalando sus musculosos brazos. La verdad, si, estaban muy bien, hace dos años el también estaba fuerte pero ahora incluso más.

Me reí como una tonta por su ultima frase y por su gesto.

Después cuando ya paré de reírme Eli todavía no había quitado la mirada de mis ojos color verde esmeralda.

Escuché  unas llaves y miré a Eli con cara de: ¿Dónde me escondo?

Eli me cogió de la mano y me llevo corriendo hasta un cuarto de baño.

No estamos solosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora