One Shots [JinTae ~ TaeJin]

(Ex) Novio [TaeJin] 1era Parte

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Sumary: Taehyung es un ex novio que no acepta el rompimiento con Seokjin. Ni él, ni nadie en casa. Y es que sus ex suegros simplemente lo adoran y no entienden por qué su hijo no ve que están hecho el uno para el otro.

⋆ ˚｡⋆୨୧˚ PRIMERA　PARTE ˚୨୧⋆｡˚ ⋆

El día de Kim Seokjin no podía ir peor. Había olvidado el ensayo que debía entregar en su primera clase, sobre su escritorio, en el cual trabajó como una bestia y se amaneció. Tal vez, fuera culpa del trasnoche que se pegó, pero su memoria no funcionó adecuadamente, haciéndole olvidarse de él por completo, teniendo que rehacer todo a las prisas, en la biblioteca, presentando un ensayo mediocre y ni cerca del que aguardaba en su cuarto. También se dejó la billetera en casa y el dinero para el almuerzo, y su estómago no tuvo reparos en reclamar audiblemente su molestia, durante el silencio de la clase de filosofía, atrayendo las risas de los que estaban más cerca. Ese no era su mejor día.

Sin embargo, aunque supuso que no podía empeorar, se maldijo la osadía de pensar siquiera en aquella posibilidad. Por supuesto que se pondría peor, y es que Kim Taehyung estaba sentado en la sala, tomando el té con su madre y riendo como si la mujer le hubiera contado el mejor chiste de la vida. Seokjin resopló audiblemente, tirando las llaves a la mesa auxiliar junto a la puerta de entrada, llamando la atención del par a la distancia. Se descalzó con desgana, murmurando más maldiciones por la extraña manía que tenía el chico de pasarse metido en su casa todo el tiempo.

-Cariño, llegaste -lo saludó su madre, dejando la taza sobre la mesa ratona y limpiando su boca con una servilleta de tela, mirándolo con una sonrisa que llegaba a sus ojos.

-Pues, sí -dijo, con desdén, dirigiendo su mirada hacia Taehyung, quien, imitando a su madre, dejó la taza a un lado, siendo más osado y caminando hacia él para recibirle, como acostumbraba.

-Amorcito, te vez cansado -dijo, ladeando la cabeza para inspeccionar su mal humor. -¿Tuviste un día pesado hoy?

-Taehyung... ¿por qué estás aquí? -preguntó con irritación.

-Porque mi suegrito me invitó a ver el partido de fútbol de las siete, y preferí venir un poco antes, para ponerme al día con mi suegrita -respondió, sin afectar su buen humor. -Mamá te mandó galletas, de las que te gustan, con chispas de chocolate extras.

-Dile que le agradezco, pero... -inspiró una gran cantidad de aire, antes de repetir aquellas palabras que venía soltando desde hace un mes. -Tae... nosotros ya no somos novios... Terminamos, ¿recuerdas? -el chico lo miró como si él hubiera perdido el juicio y lo compadeciera por ello. -Y cuando las personas terminan una relación, ya no se visitan y no llaman "suegros" a los padres del otro -añadió, haciendo comillas en el aire, para enfatizar sus palabras.

-Amorcito... creo que tantas clases, te frieron el cerebro -pasó un brazo por sus hombros, caminando con él hacia las escaleras. -Tienes que entender que, dos personas que se aman, no pueden separarse... así que, ya no hagas esas bromas tan malas, bebé -rio, sin inmutarse por las palabras dichas por Seokjin. -¿Por qué no te das una ducha y duermes un poco? Suegrito dijo que haría carne asada.

-Tae... -intentó refutar, frustrado y agotado con que siempre pasara lo mismo.

-Vamos, amorcito... -insistió. -Sino, me obligarás a llevarte personalmente hasta el cuarto de baño y echarte una mano con la ducha -advirtió entre susurros. -Relájate y descansa, para que ya no estés diciendo incoherencias.

Resignado y sin ánimos de enfrascarse en una discusión infructuosa, Seokjin obedeció. Sabía que estaba mal seguirle el juego a Taehyung, manteniendo aquello en un limbo, sin trazar límites claros, pero, aunque ya no fueran novios, lo quería demasiado debido a los años que llevaban de conocerse. Habían sido novios prácticamente toda la vida; primero a escondidas de sus padres, cuando tenían doce años y daban sus primeros pasos en el amor, y luego las cosas se volvieron serias al confesarlo abiertamente, recibiendo el apoyo y comprensión de los adultos. Ahora, con veinticuatro años, Seokjin quería caminar su propio camino y soltar la mano que lo acompañó por tanto tiempo. Necesitaba dejar su infancia y adolescencia atrás para crecer; y continuar atado a Taehyung, se lo impedía. A esas alturas, ni siquiera sabía si era amor o costumbre lo que sentía por él, y por ese mismo motivo, decidió terminar con todo. Claro que, no contaba con que Tae no aceptara la ruptura y se aferrara a él como un náufrago a la orilla. Era una locura que pretendiera ignorar sus palabras, continuando con una relación terminada.