𝖠nne with an "E"-One shots [Completa ✔️]

ANNE CUTHBERT: Pasión

PERSONAJES: Anne X [TN].
ADVERTENCIA: Ninguna.
CRÉDITO: Mi imaginación.

 

  Su aroma era cómo un afrodisíaco para ella, su pasión se encendió incluso antes de verla llegar. Su esposa. Su diminuto pijama le dificultaba la situación. La interceptó en el pasillo y la acorraló en la pared, barrió su delgado cuerpo de arriba a abajo. Hacía un esfuerzo sobrehumano por controlarse, su humedad la dejaba en evidencia, ¿Ella también se sentiría tan exitada cómo lo estaba?

—No me lo pones nada fácil, mi Anne.

Su aliento golpeó su rostro, haciendo estremecer a la pelirroja.

—Me miras como si quisieras besarme y quitarme la ropa, _____. La idea no me desagrada, pero deberíamos ir...

El corazón de su esposa se aceleró cuando al escuchar aquello, dijo que ella había sentido lo mismo que yo. Sonrió a medias.

—...¿A arriba y hacerte venir en mi boca?

Terminó por ella, dejándola perpleja, se rió. Anne se aclaró la garganta con nerviosismo.

—Sí, por supuesto, me lo imagino perfectamente—se inclinó hacia ella, mordiendo su labio inferior, se sentía mucho intrigada y curiosa—. ¿Y qué me harás allí?

La tensión sexual aumentaba por momentos de maneras inexplicables.

—Subamos y averigüémoslo, ¿Si?

La pelirroja clavó sus manos en la cadera de ella al oír sus lascivas palabras, jadeó cuando posó su muslo entre los suyos, rozando su entrepierna por sobre la ropa. Comenzó a mover su pierna de un lado a otro, estimulando su clítoris, aumentando su placer. Un gemido tras otra salía de su boca, gotas de sudor caían por su frente.

—Shh, no grites, cariño.

Continuó sus movimientos. Y Anne, que estaba cada vez más excitada, clavó los dedos en su espalda al escuchar aquello dicho.

—¿Por qué no?

La pregunta le salió más cómo un suspiro que otra cosa. Bajaron la voz. Sus labios esbozaron una sonrisa, y se pegó más a la pelirroja, como si le estuviese confiando un secreto. Pegó su frente a la suya.

—Los vecinos nos oirán. Y no quiero que nadie más que yo te oiga gemir mientras te vienes.

Anne se sentía tan increíblemente excitada por las palabras que salían de su boca, que la zona me palpitaba y sus ojos brillaron de deseo.

—¿En serio?

Preguntó a duras penas, a punto de llegar al éxtasis. 

—Sí, todo de tí me pertenece sólo a mí.

Le pasa el dedo por el labio inferior, muriéndome de ganas de probar su boca de una vez por todas.

—Demuéstralo, entonces.

Ella meneó la cabeza en respuesta lentamente y le acarició la mejilla suavemente Se inclinó sobre su cuerpo aún más, susurrando con suavidad contra sus labios rosados. La necesidad de besarle era abrumadora.

—Claro que sí, lo haré.

—Bésame ya, por favor—susurró Anne.

Tomó lo que quería, lo que necesitaba. Anne gimió contra su boca cuando sus labios cubrieron los suyos. Le puso las manos sobre la cara, atrayéndola más a sí. Pudo saborearla y supo al momento que para no habría vuelta atrás. No sé si eran las hormonas o no, pero se sentía totalmente fuera de control. Los sonidos que brotaban del fondo de su garganta la hacían estar aún más hambrienta de su esposa, y los atrapaba con su aliento.

Al llegar a cierto punto, rodeó con la lengua el corte de su labio mientras ella cerraba los ojos. Y entonces la pelirroja tomó el control y empezó a besarla con fuerza, de un modo más apremiante.

Anne Shirley Cuthbert sabía a gloria.

Pegó su cuerpo contra el suyo. En aquellos momentos no importaban las consecuencias. Sólo sabía que no quería que aquello se acabara nunca, sacó su pierna de entre las suyas. Posó sus mano en su cadera, haciendo que ella rodeara su cintura con las piernas y la guiara a la habitación, dónde las esperaba una sesión de amor y pasión.

Se apartó un poco.

—Quiero que los vecinos te oigan gemir mientras te hago llegar al orgasmo.