Narrador omnisciente
Zeline, noto que algo había cambiado a penas entro ese doctor a la habitación de su hija.
La tensión y desesperación que se sentía en ese lugar, pareció esfumarse, Anya olvido por completo que su madre estaba ahí y corrio de inmediato a los brazos de Abel.
—Regresaste...—susurro para sí misma sin soltarse de él, ya que temía que solo fuera una mala jugada de su imaginación.
La respiración calmada de Abel la tranquilizaba la seguridad con la cual le correspondía el abrazo apegándola a su pecho, le entregaba esa seguridad que por tanto tiempo había esperado.
—Aquí estoy— le respondió dejando un beso en la frente de ella, olvidando por completo que la madre de Anya estaba presente, en su mente solo sentía responsabilidad por la angustia que ella había pasado.
Era tan íntima esa conexión, y al mismo tiempo tan notoria que Zeline no pudo evitar sentirse desplazada... su hija no la necesitaba, que una vez más había aprendido a sobrevivir sola, lo duro era asumir que Anya nunca había contado con una madre como se lo prometió así misma el día del accidente... Edik la distrajo de sus objetivos, de su promesa... y una vez más falló, era la peor madre que podía existir o al menos así se sentía.
Cuando Abel se percató de la presencia de Zeline, su cuerpo se tensó.
Como le explicará a la madre de Anya lo que sucedía, que sin imaginarlo... se había enamorado de Anya, que nunca fue su plan él solo había querido ayudarla como un amigo, pero que sus sentimientos le habían jugado en contra... como le diría todo eso sin quedar mal, no era bien visto que un doctor recién recibido tuviera una "relación" con una muchacha unos años menor que él y que por sobre todo eso consideraban loca, iba contra toda la moral y ética de un buen médico....
—¿Pudiste resolver tus dudas?—cuestiono Anya apartándose un poco para verlo directamente a los ojos.
Si las había resuelto, lo tenía todo claro hasta bueno... hasta hace unos instantes, ahora la presencia de Zeline en la habitación lo hacía reemplazarse todo y volver a dudar de sus decisiones. No quería hacer las cosas mal... y para eso necesitaría ganarse la confianza de la madre de Anya, así que podría decirse que ahora no todo dependía de ellos, si Zeline decidía sacar a su hija de ese lugar, él no podría hacer nada, legalmente ella tenía todo el derecho.. claro que imaginar perder a Anya era lo más terrible que podría suceder en medio de todo ese caos.
—Sí, ¿luego lo hablaremos, bueno?—acaricio con cuidado su mejilla.
Entonces ella se dio cuenta de que había olvidado la presencia de su madre... y no sabia como reaccionaria, entonces la incomodidad otra vez volvió a la habitación.
Solo le asombro ver que Zeline no le generó la más mínima sorpresa.
—Doctor, Bélanger, ¿Puedo hablar con usted un momento?
—Claro... — miro a Anya y le regaló una sonrisa de lado para que ella mantuviera la calma.
Ambos salieron de la habitación dejándola con una extraña sensación.
....
Narra Meadow.
Respondi el celular.
—¿Diga?—mi voz salió supercortante, pero no estaba de ánimos, al fin tenía una oportunidad con mi Crush y me la arruinan.
—Hola, ¿Hija, por casualidad Camille no ha llegado a tu casa?
Frunci el ceño y casi tiro el celular de rabia porque pensé que era más importante.
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¿Realidad? (Libro 2)
Mystery / Thriller¿Te has sentido sola? Sin nadie que te entienda o escuche... hablas y expresas lo que sientes, pero nadie te cree... o ni siquiera hacen el intento, estás ahí perdida, sin ganas ni fuerzas de nada, a tal punto que te encuentran "loca" y te terminas...