Jennie Ruby Jane Kim, una estudiante universitaria de último año que tuvo una vida divertida y emocionante, pero complicada, después de conocer al "regalo de Dios para los hombres y las mujeres", su profesora, Lalisa Manoban. Las chicas y los chicos...
"Pase, señorita Manoban". Una voz profunda y oscura me dio la bienvenida al entrar en el despacho del presidente de la universidad, el lunes por la mañana.
De alguna manera me dio una idea de que él está para algo que es por lo que me llamó, pero luego descarté ese pensamiento.
No debo pensar en ningún pensamiento negativo por ahora, especialmente ahora que todavía estoy preocupado por mi familia y la de Jennie.
No quiero añadir más.
"Buenos días, Sr. Yang", saludé formalmente. Él sólo asintió sin sonreír. Siempre tiene un aspecto intimidante cuando tenemos nuestras reuniones en la facultad, por eso esto no es nuevo para mí, ya estoy acostumbrada.
Me indicó que me sentara frente a él. Asentí con la cabeza e inmediatamente tomé asiento. Mientras lo miraba, él estaba observando cada movimiento y de alguna manera me hizo sentir un poco tenso. Sólo un poco.
¿Qué está tramando?
Me aclaré la garganta antes de hablar. "Como puede ver, señor, he recibido una orden que me dice que vaya directamente a su oficina lo antes posible. ¿Le importa si le pregunto de qué se trata?"
Levantó una ceja y ladeó la cabeza, con las manos en los labios, como si juzgara cada movimiento que hago.
Esperé a que hablara, quiero escuchar claramente lo que quiere decir, especialmente ahora que puedo percibir que es realmente importante.
"¿Qué edad tiene usted, Manoban?", preguntó el presidente de la universidad.
"23 años, señor". Dije con calma.
Asintió con la cabeza: "Impresionante. A una edad muy temprana, usted ya está considerado como uno de los profesores con mejor desempeño en nuestra universidad, ¿no lo sabe?"
Me limité a mirarla y a escuchar atentamente, sin asentir ni hacer nada: "Recibí muchos comentarios positivos, sobre todo cuando revisé las hojas de evaluación que habían contestado nuestros alumnos. Desde que te convertiste en la entrenadora del equipo universitario de baloncesto, ganamos muchas veces si se da el caso. ¿Cómo lo ha conseguido? No obstante, usted respaldó bien a nuestra universidad. Sus compañeros de clase también hablaban bien de usted, Manoban", asintió.
Pero me quedé en silencio y lo miré, mi mandíbula estaba fuertemente apretada.
Algo está mal en esta charla, ¡maldita sea!
"De acuerdo" La vieja bruja se rió. Apreté el puño. "Te llevaré directamente al punto real aquí" su cara se convirtió en una seria. "Se le considera un activo, un activo muy productivo en nuestra universidad, profesora Manoban. Por si no lo sabe. Pero tenemos reglas y regulaciones que deben ser estrictamente seguidas aquí tanto por los estudiantes como por los profesores", ahora no sonreía.
No me digas, lo noto.
"¿Qué quiere decir, señor?" Estoy nervioso por lo que va a decir. No estaba nervioso por mí, sino por alguien a quien quiero.
"Profesor no actúe como si no supiera de esto. Hemos hablado de ello en nuestra última reunión con el consejo de administración de esta universidad algunos temas que necesitan ser resueltos y aclarados. Y uno de los temas que se discutió fue sobre una relación en curso entre un estudiante y un profesor aquí en nuestra universidad. Eso es muy descarado. Especialmente cuando el estudiante implicado era hijo de uno de los inversores más prominentes de esta universidad".
Tenía toda la razón. Y maldita sea, no tiene sentido negarlo ahora.
"De acuerdo", dije con los dientes apretados, "sé que quieres que haga algo, la razón principal por la que incluso me llamaste para visitar tu oficina. Eso es... Escucharé, pero estoy seguro de que no lo seguiré".
Esta vez me miró de forma sombría al ver cómo le respondía, "bueno, debería seguirlo, profesora Manoban. Digo que deje lo que esté haciendo con la hija de la señora Kim. No le servirá de nada. Y si la junta se enterara de quién está detrás, que resulta ser usted, estoy seguro de que lo despedirán rápidamente como a un rayo, ¡ni siquiera se dará cuenta!"
"¡Entonces despídeme! Ni siquiera me importa..."
"Y la hija de la señora Kim también será expulsada. ¿Qué te parece? ¿Qué pensaría su madre? ¿Será expulsada por tu culpa? Esto es simplemente..." el presidente continuó sacudiendo la cabeza.
Está bien si sólo soy yo, pero si va a involucrar a Jennie, entonces a la mierda. Esa es una historia diferente para contar.
"Pero ten en cuenta que no te soltaré ya que eres un activo muy eficiente en esta universidad". Dijo en un tono muy peligroso, lo que me hizo mirarlo y comprobar si seguía siendo el presidente con el que hablaba hace un rato.
"Puedo dimitir. Tengo derecho a hacerlo".
Volvió a sacudir la cabeza con firmeza, desestimando claramente lo que yo había dicho. "Esa es la razón por la que estoy hablando contigo ahora. Por eso te he llamado. Sí, tienes derecho a ello..." Sonrió. Todo lo que puedo ver ahora es pura maldad.
"Pero no te dejaré.. Nunca te dejaré hacer eso, profesora Lalisa Manoban. No cuando esta universidad se ha beneficiado de usted, especialmente ahora. Así que te sugiero que rompas cualquier relación que tengas con la hija de Kim tan pronto como sea posible. Piensa en alguna forma de alejarte de ella porque si no lo haces..." Se detuvo a mitad de la frase. Yo seguía apretando los dientes, porque sé que si él hace algo contra Jennie, ¡ya no sé qué hacer!
"Tu chica seguramente sufrirá. Haz lo que digo..." Su risa rugió dentro de su oficina, gritando poder como el diablo que era.
¡Maldita sea esta vida! Esto es claramente un viaje de poder. ¿Pero qué puedo hacer contra esto? Si esto significa dejar que Jennie sufra, entonces supongo... que debería...
Detener esto.
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¿ALGUIEN MÁS QUIERE MATAR A YANG?
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Hora de rezar para no perderme el live OT4 (si es que hay uno) Descansen, tomen awita y gracias por seguir leyendo Oren en nombre de Jisoocristo Deja tu "Amen hermano"
