Profesora Manoban/ JENLISA

Capítulo 29

Me tomo por sorpresa. Me quedé con una cara inexpresiva para ocultar las diferentes emociones que salían de mí.

Ira, dolor. Nerviosismo.

No sé por qué demonios estoy nerviosa.

Me limité a mirar significativamente a Chaeng, y no me molesté en mirar a Lisa, que estaba de pie a mi lado esperando que le respondiera.

"Chaeng, tengo que irme... por favor". Hice un contacto visual con ella rogándole que no le dijera a Lisa donde me estoy quedando.

Ella se mordió el labio y asintió con la cabeza, intercambiando miradas con Lisa.

Después de eso, inmediatamente me di la vuelta y me fui. Pero alguien me agarró del brazo... y no me sorprendió saber que era Lisa. Su mandíbula estaba apretada y me miraba intensamente.

"Jennie..." me llamó Jennie y no Ruby Jane

Retiré mis manos de su agarre pero ella no me dejó, sólo la sujetó con fuerza.

Me volví hacia ella. Mis ojos la miraron con fastidio. "¡¿Qué?! ¿Qué más quieres de mí?" grité.

"Jennie, vamos a hablar" dijo ella con calma.

¿Cómo puede mantener la calma en momentos como este? Ni siquiera puedo intentarlo.

"No tenemos nada que hablar". Dije con dureza.

Vi a algunos estudiantes caminando fuera del salón pero inmediatamente entraron cuando nos vieron. Lisa lo vio y por eso me jaló rápidamente hacia una dirección que conozco.

"¡Qué carajo! Todavía tengo clase-"

"¡A la mierda esa clase!" Dijo y me jaló hacia su oficina. Me quedé quieta. Quería zafarme de su agarre y gritar pero no quiero hacer una escena.

Sigo forzándola a soltarse pero ella se limita a agarrarme con fuerza asegurándose de que no me dejará ir.

Dejo escapar un suspiro frustrado y pongo los ojos en blanco hacia ella. ¡Maldita sea! ¿Qué es lo que quiere? Una explicación, ¿para qué?

Entramos en su despacho y me dejó sentarme en el sofá. Cerró la puerta y bloqueó el paso. Su cara era oscura, pero al mismo tiempo, era débil. Puedo ver que es débil.

Pero no bajé la guardia en mi defensa. No, ya no. Ella es una mentirosa. Y eso nunca cambiará.

Me puse de pie frente a ella "¿Qué quieres? Si tienes algo que decir dilo ya, joder. No puedo soportar estar contigo ahora mismo".

Después de decir eso, vi que un indicio de dolor pasó por sus ojos. Pero se desvaneció rápidamente.

Ella bajó la mirada. Luego, después de unos momentos, finalmente dijo algo.

"Lo siento", dijo, y esa palabra me hizo sentir dolor.

Me sentí traicionada. No creo que pueda volver a confiar en ella.

"Espero que me dejes explicar por qué no te conté sobre la relación de mi padre y tu madre".

No le respondí.

Lisa me miró. "No nos conocemos formalmente, ya sabía quién eras. Sé que eres la hija de Tita porque siempre habla de ti".

"¡¿Ella fue a tu casa?! ¡¿Desde cuándo?!" Dije. ¿Así que los viajes de negocios son sólo una coartada?

"Ella ya fue allí cuando todavía estás en su vientre. Y también la tratábamos como nuestra madre. Pensamos que papá y ella eran sólo amigos... pero supongo que nos equivocamos..." bajó la mirada.