Profesora Manoban/ JENLISA

#2

"Sí, te lo agradezco. Pero lo siento, no volveré a estar disponible para nadie más" Le mostré a este tipo, cuyo primo es mi co-profesor, el anillo en mi dedo. "Estoy felizmente casada y lo sabes".

Parecía desolado mientras me miraba. Estábamos en mi habitación y yo ya estaba preparando mis cosas para irme a casa, pero él insistió en hablar conmigo un rato, realmente no lo entiende. Me ha estado molestando durante casi 3 meses, todas las veces que lo he rechazado. No es el primero que hace esto, y no quiero que me molesten porque ya sabes lo posesiva que es mi mujer, siempre estamos discutiendo por esto.

"Por favor, Jennie, ella ni siquiera lo sabrá, solo somos nosotros dos..." Le di una bofetada, fuerte. MUY DURO. "¡¿Qué demonios estás pensando de mí?! ¿Estás loco? ¡Deja de hablarme y no vuelvas a acercarte a mí! O si no me voy a tomar esto en serio y te voy a demandar". Agarré mi bolso y lo fulminé con la mirada, "lárgate".

"Jennie por favor, estoy tan enamorado de ti, no puedo, me estoy volviendo loco-"

Oímos pasos fuera y ambos miramos a la mujer, que tiene unos profundos ojos marrones sus labios llevan una fina línea. Puedo sentir su mirada oscura, caminando lenta y orgullosamente a mi lado. Puedo sentir el calor, llenando poco a poco toda la habitación, Eso hizo que se callara y retrocediera un poco.

Lisa sonrió y envolvió sus brazos fuertemente alrededor de mi cintura, asegurando lo que es suyo. "Entonces vuélvete loco si quieres, pero mi mujer-" me miró con orgullo y amor en sus ojos, luego le devolvió la mirada sarcásticamente. "-nunca jamás será tuya. Ella es mía, y sea lo que sea que estés planeando hacer, nunca me la quitarás, ¿lo entiendes, joder? ¿O todavía no lo entiendes?"

Tartamudeó. "Te ves tan confiada, que no sabías que Jennie y yo ya nos habíamos besado".

Mis ojos se abrieron de par en par, y sentí que Lisa apretaba la mandíbula.

"¡¿Qué estás diciendo?! Ni siquiera puedo soportar tu presencia y mucho menos besarte!", grité, Maldición, Está loco.

"Ya quisieras, chico". Lisa, todavía sonriendo, dijo. "Sus labios son solo para mí y para nuestros hijos, sin embargo, buen intento", se rio, pero todavía puedo sentir la tensión. "Ahora, deja de hacerte ilusiones y sal de aquí, antes de que te rompa la cara, no dudaré ni un minuto en hacerlo..."

Sacudió la cabeza y se alejó lentamente. "Bueno, ahora no, pero pronto, nos encontraremos de nuevo, y te romperé la cara".

"Pruébame". Dijo Lisa con orgullo.

"Vete a la mierda, la conseguiré de todos modos" dijo antes de salir finalmente.

Lisa me miró oscuramente después de que el bastardo se fuera. "¿Pensé que habías dicho que no entretendrías más a ningún tipo? Ya tenemos dos hijos, por el amor de Dios, y todavía hay tipos que te coquetean", dijo enfadada.

Puse los ojos en blanco, "¿Quién ha dicho que yo entretenga a alguien? Son ellos los que me coquetean y lo que siempre hago es espantarlos, ya lo sabes Lisa".

"¡Siempre pasa y lo odio, joder! No quiero que nadie te coquetee. Creo que deberías dejar de dar clases y quedarte en casa..."

La miré con incredulidad. ¿En serio? "¿Esa es tu solución otra vez? Me encanta enseñar, Lisa, lo sabes. Incluso si dejara de enseñar, si a alguien le gusto de verdad, seguiría estando ahí".

Esta vez la miré sin comprender, "¿sabes qué? Habla conmigo si no estás ya cegada por tus celos. Y no vuelvas a decir eso, yo te quiero y he explicado mi versión sobre eso cada maldita vez..."

Empecé a caminar y le puse los ojos en blanco. Sus ojos se suavizaron esta vez, pero no me siguieron. "¿Qué? ¿Te vas a casa temprano otra vez? ¿Por qué, vas a conocer a algunos de tus pretendientes?"