LA JAULA DE ORO

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Holis mis queridos lectores espero este nuevo capítulo sea de su agrado vale, mil disculpas por la tardanza pero tenía muchas actividades espero su comprensión.




LA JAULA DE ORO




Ciudad de Japón


Un mes después


Residencia Uchiha


Naruto se encontraba observando desde el inmenso ventanal el enorme jardín que tenía esa residencia, unas finas lagrimas salieron de sus ojos azules al saber que no podía escapar de ese lugar, lentamente fue bajando sus delicadas manos hasta llegar a su plano vientre donde se formaba su hijo, un bebe que no fue planeado.

Señorito Naruto el amo Sasuke solicita su presencia – informo una hermosa omega de largo pelo rojo, ojos rubí, de piel blanca, muy bonita a ojos de Naruto.

Enseguida voy Karin y gracias – fue la corta respuesta del omega al saber que debía obedecer si no quería volver a ser testigo del enfado del alfa, lentamente se puso de pie para sujetar el hermoso kimono color rojo con flores de cerezo que Sasuke le obsequio, fue claramente advertido que debía utilizar solo kimonos.

Si desea puedo ayudarle señorito – se ofreció la omega pelirroja regalándole una bella sonrisa al menor, ella estaba enterada de todo sobre el pequeño omega ya que Sasuke le ordeno que sea la sombra del rubio además que era el omega que le daría a su cachorro, Naruto asintió en silencio para ser ayudado debido a que no tenía mucha experiencia con los kimonos, agradecía internamente a la omega por ser tan amable con él.

Karin – ambos omegas saltaron del susto al escuchar la voz profunda del alfa que había ingresado a la hermosa habitación – déjanos solos – ordeno y como rayo la pelirroja salió cerrando la habitación mientras Naruto se quedo inmóvil en su sitio con el camisón a punto de caer y dejarlo completamente desnudo.

Sabes Naruto – murmuro el alfa acercándose al pequeño omega, sus grandes manos sujetaron esa cintura tan pequeña para acercarlo a su cuerpo atlético – odio que me hagan esperar... no sabes cómo detesto que no sigan mis órdenes – soltó a manera de ronroneo el azabache alfa inhalando el exquisito aroma que desprendía el omega cosa que lo estaba enloqueciendo – pero por esta vez are una excepción – dijo al momento de repartir besos por ese acanelado cuello que deseaba morder pero no eran tonto.

Lo siento – apenas pudo soltar esas palabras al sentir como todo su cuerpo comenzaba a responder a las carias del alfa, sabía que estar esperando un hijo le alteraba las hormonas por esa razón su cuerpo respondía a las hormonas del macho alfa, no podía evitarlo.

No te preocupes cariño, esto lo solucionaremos – le ronroneo el alfa al sentirse nuevamente excitado por el pequeño cuerpo del omega, su alfa interno rugía por marcar al omega pero eso sería un gran error que no estaba dispuesto a cometer, lentamente fue acariciando ese delicado cuerpo para con rapidez darle la vuelta así devorar esos labios de durazno que lo volvían loco.

PELIGROSO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora