Capítulo 22:

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Nunca nadie había logrado confundirme de esta manera, no soy un experto en sentimientos -cuando no los tienes es fácil actuarlos ya que tienes la cabeza fría-, pero... ¿Qué sucede cuando realmente los sientes? ¿Qué debería hacer? Y más importante ¿Está hablando en serio?

Me separé un poco de su cuerpo buscando observar su rostro. Su piel es tan blanca que cuando se siente avergonzado no puede disimular, lo delata. Fijo más mí vista en él y puedo ver sus rasgos con más atención, sus grandes ojos negros se ven más cansados que de costumbre, pero tienen un brillo que nunca había visto antes.

No me había dado cuenta de qué tan intensamente lo había estado observando hasta que corrió su rostro a un lado. Es la primera vez que no parece soportar mi mirada. Muerde su labio.

-Ryuzaki... -mis manos están temblando, pero no son las únicas.

Intenté tocar su hombro pero en respuesta hizo un gesto de rechazo. Encogió sus hombros, como si me tuviese miedo.

-N-no me mires así... -separó aún más su cuerpo del mío y se sentó en la cama apoyando sus manos. Se agarraba de las sábanas mientras miraba hacia abajo con el flequillo ocultando su rostro.

-Y-yo... -las palabras estaban estancadas en mi garganta. Realmente no sé qué decir- Ryuzaki...

-Ryuzaki, Ryuzaki, Ryuzaki, ¿Quieres dejar de decirme Ryuzaki? ¡Mi nombre es! -levantó su cabeza y cubrió su boca con espanto-. O-olvida eso... N-no me siento bien, es todo -trató de levantarse de la cama pero le tomé su muñeca evitando el avance.

¿Se molestó porque no le llamé por su nombre? Él sabe que yo lo desconozco -de lo contrario no estaríamos en esta situación...-. Eso era un reclamo, pero no para mí.

-¿Lían sabe tu nombre no es cierto? -esa era la única conclusión a la que había podido llegar.

-Light, suéltame... -no se oía como orden, más bien sonaba como pidiendo un favor.

-¡¿Es que aún no eres capaz de confiar en mí?! -no estaba mirándome, de hecho estaba esquivando nuestro contacto visual.

-No es eso... -tiró un poco de su brazo procurando recuperarlo, intentos que daban pena porque no se le veían las ganas de querer que lo suelte.

-Dijiste que me querías, ¿Por qué estás huyendo? -pregunté. Hay veces que por más que me esfuerzo no puedo entenderlo.

-Es que...

-¿Es qué? Nada, no pasa nada, ven aquí -tiré un poco de su muñeca recibiendo una leve resistencia-, ven -otra vez traté de atraer su brazo un poco más fuerte, pero otra vez me rechazó-. No voy a hacerte daño, vamos.

-Light... -su voz estaba más ronca y sonó fatal, ¿Qué le está pasando? Me pregunto que lo tiene así de perturbado.

-Ven... -hablé un poco más suave- ¿No quieres verme? -bajé de su muñeca hasta rozar con sus dedos- ¿Quieres que me vaya? -antes de poder retirar mi mano de sus dedos estos me agarraron con fuerza.

-No quiero morir... -hablaba aún sin mirarme- con Lían sabía que sufriría, pero contigo siento que estoy poniendo el cuello en la guillotina -que sincero.

Es cierto, es justamente lo que está haciendo, pero ¿Serviría que yo batallase por esto? Uno de los dos tiene que morir, es un hecho, no veo cómo podríamos estar juntos. Lo supe antes de que todo comenzara, pero no creí que llegaríamos a esto.

-¿Qué motivos te he dado para que no confíes es mí? -aún si no se los he dado él sabe la verdad.

Pareciera que el tiempo se detuvo, sólo se escuchaban nuestras nerviosas respiraciones. Esta conversación tenía que surgir algún día.

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