Death Note Yaoi

Capítulo 5:

-¿Tú? ¿Quieres cocinar, Light? -Misa me ha mirado impresionada.

-Pues sí -quizás no debería hacer esto, es más, lo que yo tendría que hacer es salir de la casa, ir a buscar una tienda y comprar galletas.

-¡Claro! ¡Estoy emocionada!

-¿Necesito un delantal?

-Si no quieres mancharte... ¿Quieres que te ayude con algo?

-Sólo las indicaciones.

-Claro ¿Por qué él mejor estudiante japonés necesitaría de mi ayuda? - usó un tono irónico.

-Misa, te necesito - mujeres, siempre necesitando atención -, en serio.

-¡Light! - de nuevo se apegó a mí en gesto cariñoso - ¿Puedo pedirte yo un favor después de esto? - ha cambiado su tono de niña a uno seductor - puso su mano acariciando mi cuello.

-Pero - quitando su mano - primero las galletas - no quiero demorar demasiado con esto.

-Claro, lava tus manos primero.

Y así empezó a darme indicación, la verdad era bastante sencillo, no sé por qué la gente siempre se mancha para esto, al menos tengo muchas habilidades con las manos lo que me hace mucho más fácil salir de esta clase de situaciones.

-Ya está cortada la masa.

-Perfecto - mirando la masa de galletas cortadas - ¡Light! Se ven bien, ahora - retomando su faceta seria - pon las galletas en nuestra lata de horno con papel mantequilla.

-¿Así? - no sé, hacer esto es extraño.

-Exacto, y ahora a hornear de diez a doce minutos.

-¿Cómo sé que quedarán bien en ese tiempo? ¿Hay algo que debería notar?

-Pues... tienen que estar levemente doradas.

-Ah, gracias Misa.

-No hay de que ¡Hace mucho que no hacíamos algo juntos!

-Sí, también me he divertido - yo tengo que estar haciendo estás tonterías cuando debería estar matando criminales.

-¿Pusiste el ingrediente principal?

-¡¿El ingrediente principal?! - ¿Qué falto? ¿Harina? Quizás medí mal una cantidad, no, imposible, hice todo lo que dijo Misa al pie de la letra ¿Qué se me escapó?

-Light - dijo Misa riéndose - me refería al amor.

-¿Amor? - pero que estupidez ¿Por eso casi pierdo la cabeza?

-Claro, las cosas siempre quedan mejor cuando les pones amor.

Ahora tengo unas malditas ganas de tirarla por la ventana.

-¿Y odio?

-No creo que alguien quiera comerse algo hecho con odio.

-Ya lo sé - bueno, L tendrá que comerse mis galletas. Si no lo hace yo mismo se las meteré a la boca.

-Creo que ya están listas, sácalas.

-Cierto, el tiempo ha pasado rápido.

-¡Juntos siempre es así!

-Sí... - saqué las galletas del horno.

-¡Pero qué olor más rico! - es cierto, quizás el odio no sea tan mal ingrediente.

-Todo es gracias a ti Misa.

-¡Gracias! ¡Vamos a decorarlas!

-¿Decorarlas?