Death Note Yaoi

Capítulo 23

Bajé a L del muro llevándome su cuerpo hacia el objeto que ya había visualizado

Lo arrastraba en dirección a la mordiendo sus labios. Deseo apropiarme completamente de su aliento y el sabor de su boca.

Posicioné la espalda de L sobre la mesa tirando al piso todo lo que había en ella -mentiría si dijera que sé lo que se golpeó contra el piso-. L cruzó sus piernas nuevamente a mi cintura y apoyó sus manos en el mueble.

La posición de L era realmente erótica, sus cabellos despeinados, el cuerpo lleno de marcas rojas y una respiración aproblemada por la excesiva excitación que sentíamos. Me detuve a inspeccionar su cuerpo nuevamente y noto una mordida que está roja... pero no es mía, está en sus brazos... ese maldito.

Lo tomé por las caderas y volví a adentrarme en su interior penetrando fuertemente su entrada sacando increíbles gemidos de los labios de L.

Estoy derritiéndome en él.. no soportaré mucho más...

-¡Ah! Ahh... ¡Umg! -L se agarró de mis brazos con y presionaba sus ojos con fuerza.

-R-Ryuzaki... yo voy a...

-¡Ahh! L-Light... Jun-juntos ¡Hm! ¡ah! -se agarró de mi cuello y sus gemidos sonaban sensualmente en mis oídos.

Asentí con la cabeza incapaz de formular una respuesta coherente.

-Ryu-Ryuzaki... ¡Ah...! -iba a sacar mi miembro de su interior, pero L volvió a detenerme. No tengo la costumbre de acabar dentro-... N-no aguanto...

-¡L-Light! -L arqueó su espalda y me liberé dentro de su entrada-. Ah...

-Ahhh... -cubrió mi pecho con su líquido

Salí de él y me apoyé en la mesa tratando de recuperarme, esta situación siempre me lleva a los límites. Cuando regresé a mi respiración habitual noto un cambio en su actitud.

-Eres un idiota -L se levantó de la mesa y caminó hacia su cama con las mejillas infladas-. Te odio -se lanzó a la cama boca abajo.

-¿Q-qué...? -qué fácil es perder el progreso-. ¿Qué te sucede? -caminé hacia él y me senté en la cama.

-Vete.

-¿Quieres decirme qué te pasa? -¿Por qué actúa así?

-No -ni siquiera está mirándome, tiene la cabeza contra la almohada.

-¿Qué edad tienes? Mírame -esa forma de solucionar los problemas es de niños.

-Idiota.

-L... -si estaba preocupado por esto, pero su cuerpo desnudo extendido en la cama era una fuerte distracción.

-¿Por qué haces eso cada vez que nos acostamos? Es desagradable y me molesta -dijo L con un elevado tono de molestia.

-¿Hacer qué?

-Querer irte fuera... -¿En qué influye eso?

-¿Estás enfadado porque no me iba a correr dentro de ti? -quizás éramos muy directos, pero era la única forma de solucionar esto.

-¿Por qué insistes en sacarlo antes? -hundió más su cabeza en la almohada.

-Pues... a Misa no le gusta que... Oh -creo que ya entiendo. Levantó su cabeza matándome con la mirada.

-¡¿Por qué piensas en Misa cuando...?! ¡Ah! ¿Sabes qué? Olvídalo, vete -recargó su cabeza nuevamente en la almohada.

-Pero por qué te pones así, tú sabías que Misa era mi pareja antes de que lo nuestro comenzara.