Toretto En Sus Huesos

CAPITULO 9

Cuando salen del desagüe pluvial, sin aliento y un poco golpeados, pero nadie disparado o muerto, gracias a Dios, Dom está listo para separarse, para enviar a Brian y Mia de nuevo mientras él va quién sabe dónde. Brian traga. Es bastante lógico, incluso si él no quiere nunca dejar que Dom simplemente correr en ellos de nuevo.

Mia pone fin a eso lo suficientemente rápido, de todos modos, para que Brian no tenga que molestarse en aceptarlo o encontrar una excusa. "Estoy embarazada", espeta, dejándolos a ambos mirándola, allí mismo, en la cuneta, a plena luz del día, incapaces de moverse, incapaces de procesar esto.

"Ya perdí a mi familia una vez", dice, con la mano en el estómago, y el cerebro de Brian se mueve a un millón de millas por hora. De repente, las cosas cobran mucho más sentido. Últimamente ha estado muy enferma. ¿Cuánto tiempo ha estado sucediendo exactamente? Se revuelve los sesos. Las aversiones a la comida, el té, el infierno, incluso el hecho de que ha estado usando camisas grandes recientemente. Ella estaba radiante . "No voy a volver a hacer eso".

Dom la está mirando, como si tuviera visión de rayos X y pudiera ver al bebé o algo así. Luego mira a Brian. Luego de vuelta al estómago de Mia, luego a la cara de Mia.

Mia parece leer la mirada tan bien como Brian puede, y su ofensa es mucho más verbal que el dolor bajo y erizado que Brian transmite. "Vete a la mierda", espeta, con la mano todavía en el estómago. "Tres meses. Durante el juicio. Fui a la escuela con el. ¿Contento?"

"Yo—" Dom al menos sabe cuándo dejar de fumar antes de cavar el hoyo demasiado profundo, con Mia.

"Prometeme. Dondequiera que vayamos, hagamos lo que hagamos. Nos mantenemos juntos."

Y luego extiende sus manos, solo el gesto suficiente para arrastrarlos a ambos, sin lugar para discutir. Ella los agarra con fuerza y ​​ellos la retienen.

Un bebé, piensa Brian. Ella está presionada contra ellos y él no puede sentir nada todavía. Pero lo hará. Ella se hará más grande y luego habrá una pequeña. Un pequeño Toretto, Jesús, justo lo que Brian necesita en su vida.

Oh Dios , la sonrisa de Mia, los ojos grandes de Mia, en un niño de mejillas regordetas ...

"Sí, hermanita", dice Dom, con la cara en el pelo pero con la voz cargada. "Prometo."

Mientras buscan un lugar seguro para instalarse en el futuro cercano, Brian piensa en el bebé. Bebé. Jesús.

No parece haber ninguna discusión sobre el no planeado, fuera del matrimonio, padre de Mia hasta aquí bebé sin nombre y si ella se lo quedará o no. Están huyendo, buscados fugitivos, ilegalmente en un país extranjero. Son personas sin hogar. No es el mejor entorno para la crianza de los niños. Brian recuerda de repente lo católicos que son los Toretto y se pregunta cómo funciona todo eso, pero en realidad no es asunto suyo.

Un bebé. Se pregunta si llegará a ser el tío Brian. Parecen ese tipo de familia, donde todo el mundo es primo y tío y tía, todo el mundo. La familia de Rome había sido así.

Lo que siempre había sido extraño para él, porque siempre habían sido solo él y su madre, e incluso ella apenas estaba allí. Nadie más contó nunca. Ni su padre, ni su padrastro, ni sus padres adoptivos. Solo él y, cuando podía serlo, mamá.