Final alternativo [Wattstories I]

Cap 6 ✓

“Larga noche”

Sus votos y comentarios son muy importantes para mí, por favor quiero ver crecer ésta historia y necesito de su apoyo ✨.

Cuando traes carga encima el camino sea el más largo o el más corto siempre será desgastante. Tropezar no es una opción, así que aguantas hasta volverte mierda o desechas lo que no necesitas en tu vida.

Sí, los seres humanos somos una especie rara, antes la supervivencia era el ente que nos guiaba ahora simplemente nos encargamos de autodestruirnos. En teoría preferimos volvernos mierda.

Y aunque lo intento, en verdad lo intento; Alexandra Cooper es un peso en mi mente, en mi vida, que talvez nunca desaparezca. Primeras dos hora de clase y ya he escuchado su nombre un par de veces, la profesora de idiomas modernos la ha mencionado como un ejemplo a seguir. Estuve a punto de levantarme y contradecirle, gritar ante todos que esa chica no es lo que creen pero me detuve, no cuento con fuerzas para éso y Felicia no llegó nunca a clases siquiera para alentarme con su mirada maliciosa y su sonrisa despreocupa.

¿Dónde estará? Ayer me cansé de llamarla y no contestó, estoy empezando a preocuparme.

Doy un par de empujones ¡Ya quiero salir de éste salón de clases!

—¿Entonces la lectora loca vive en este mismo condado? —cuestiona Ryan, asombrado y con la voz entrecortada por el esfuerzo que hace para salir del ajetreo. Ambos luchamos por salir del salón. Apenas la profesora Martínez dió por finalizada la clase se amontonaron todos en la salida para retirarse con más “prisa”—. ¿Y por fin sabes quién es? ¿Ya aceptaste su solicitud de amistad en el face?

Es como si nos hubiéramos quedado encapsulados, nos empujan y nosotros empujamos, y aunque la matrícula de nuestro salón no pasa de cuarenta alumnos ya llevamos como tres minutos aquí.

—Ya te dije que no la llamaras loca —recrimino, alzando un poco la voz para que no se pierda entre los quejidos de mis compañeros de clase.

¡Diablos! Hay un mal sudor tóxico por aquí y un mal aliento petrificador.

Doy un par de empujones a los dorso de algunos de mis compañeros y me abro paso entre ellos con éxito. Respiro hondo ante el aire libre y el incandescente sol que me ciega por un momento. Espero estacionado enfrente del salón a que Ryan salga para proseguir la conversación.

—Y no, anoche estuvimos charla que charla y se me olvidó aceptar su solicitud en el facebook, pero hoy de seguro lo haré y así quizás pueda descubrir quién es —le digo, al ver que sale todo hecho un desastre, un poco más y sale violado de allí.

—Ya estás tardando mucho para lo interesado que estás ¿no crees? —murmura, acomodándose el uniforme. Sin importarle mucho se baja los pantalones hasta medios muslos para acomodarse la camisa aún mejor.

—¿De qué estás hablando? —pregunto un poco confundido.

—Tú sabrás, Zom, tú sabrás —dice terminando de arreglarse.

No le doy importancia a sus palabras, sospecho lo que está queriendo decir con “Interesado” y no, sí admito que me agrada hablar con Ladylectora pero... hasta allí nomás.

Saco el suéter gris de mi mochila y me lo coloco encima de la camisa del uniforme para después enganchar el bolso en mis hombros. ¡Maldición! Éstos diccionarios si que pesan, me pregunto que tan beneficioso sería que este colegio tuviera casilleros en los pasillos. De seguro no cargaría libros en la mochila de la casa aquí, pero la “seguridad” de las instalaciones me hace pensar que todos los lunes tendríamos que comprar útiles y libros nuevos porque los fines de semana los ladrones harían fiesta.