Hace tan solo dos semanas atrás tenía el control de mi vida. Era capaz de tomar decisiones según mi conveniencia, mi cerebro y cordura se mantenían en sincronía.
Justo ahora siento que he perdido eso.
Porque, mientras una parte de mí clama a gritos que me detenga, que vuelva a mi cama a ver una serie o lo que sea; la otra me suplica que siga, que continúe preparándome para ir a la no-cita.
¿A quien debo escuchar?
No puedo evitar sentirme culpable por esto, ¡y es tan ilógico! Pues no estoy cometiendo ningún delito... pero entonces, ¿por qué se siente así?
—Kenzie, vamos a entrar —informan al otro lado de la puerta.
Tal como lo han dicho la puerta se abre, revelando la presencia de mis mejores amigas. Desde que les informe que saldría nuevamente con Ethan han estado ansiosas, para ellas esto parece un milagro.
—Queremos asegurarnos de que esta vez no vayas vestida como un espanta...
Dash deja de hablar y frunce las cejas. Al igual que Brook ambas me miran fijamente.
—¿Estuviste llorando?
Niego rápidamente sin entender a que viene la pregunta, pero al verme en el espejo del tocador descubro que mis ojos están cristalizados.
—¿Sabes que estamos aquí para ti, verdad? —Brook toma mi mano y le da un apretón.
Asiento.
Las tres terminamos sobre la alfombra afelpada de piernas cruzadas.
—No debí aceptar salir con Ethan —musito—, no sé en que estaba pensando pero hice mal... me siento culpable... siento que estoy fallándome a mi misma por hacer esto.
—¡Por supuesto que no! —brama la rubia— Estas superándote Kenzie, y eso esta bien. Querer darte la oportunidad con alguien de nuevo demuestra lo fuerte que eres. No estas haciendo nada malo.
—Tienes que dejar el pasado atrás —completa Brook—... sé cuán difícil es; cuando termine la rehabilitación, hubo momentos en los que pensé que no era digna de seguir adelante por mis errores... pero Austin y Matthew me apoyaron, estuvieron ahí siempre. Y así como yo los tuve a ellos, tú nos tienes a nosotras.
Un par de lágrimas resbalan por mi mejillas, mis labios tiemblan puesto que lucho por no dejar salir un sollozo.
—Tengo miedo —admito— y estoy confundida. Pero una parte de mí quiere esto, salir, divertirse, volver a sentirme viva... alejarme de la monotonía.
Dash limpia mis lagrimas y se ocupa de volver a sellar mi maquillaje. Mientras, Brook pasa su mano por mi hombro infundiéndome apoyo.
—Ve, sal y disfruta —me animan—. Esta es tú noche.
—¿Esto no esta mal? —cuestiono— Es decir no siento nada por Ethan, a penas y lo conozco... pero no dude en aceptar su propuesta.
—No debes sentirte mal por querer experimentar —para Dash resulta fácil decirlo, y a pesar de que tiene razón, una punzada me atraviesa de solo pensar que podría herir los sentimientos de alguien que no me ha hecho nada malo.
—Lo que Dash intenta decir —corrige la castaña—, es que, solo es una salida. Si luego de esta noche no quieres volver a verlo, debes dejárselo claro. Cualquier decisión que tomes estará bien, nosotras siempre te apoyaremos.
Sonrío sin mostrar mis dientes.
—Las quiero chicas —murmuro abrazándolas.
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La posibilidad de un corazón roto
RomanceMackenzie siempre ha sido una buena chica, con buenos sentimientos pero una terrible fobia al amor. Su vida se basa solo en intentar mantener el control de cada cosa que hace. ¿Qué pasará cuando un extraño se anime a conquistar su corazón? ¿Lo logra...