CAPÍTULO 4

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Mi mirada se desliza de un lado a otro, fija en su objetivo, siguiendolo sin importar que.

—Si... si... lo prometo mamá iré a mi cita con la terapeuta el viernes... si, estaré allí... ok, adiós. Yo también...

Dash deja el movil sobre la mesa y se acerca a mi amenazante.

—Kenzie si sigues mirandome fijamente terminaras por acerme un agujero en el pecho.

Vuelvo la atención a mi cena, ignorandola. Ella suspira.

» Ya han pasado casi dos días sin que me dirijas la palabra. Anda no seas así —junta su mejilla con la mía y pica mis costillas con sus uñas.

Antes de que pueda decir algo el sonido de un flash nos distrae, ambas vemos a la causante de ello.

—¿Qué? —Brook se encoje de hombros, como si nada— No todos los días se puede apreciar a Dash intentando ser tierna, tenía que tomar una foto.

Tiene razón.

—Lo siento —la rubia retoma su disculpa—, se que estuve mal... pero mira el lado positivo el bombero es guapo, y te pidio una cita.

—Cita que rechazó —acota con mofa la chica con nombre de distrito.

Oh, con que a esas vamos.

—Ustedes son las menos indicadas para opinar al respecto —contraataco—, Dash no puede pasar un solo día sin intentar ligar con alguien, y tú Brook sigues sin aceptar el hecho de que te gusta tu mejor amigo.

Las expresiones de ambas me causan gracia, la primera luce ofendida, mientras la segunda no sabe que decir.

—Te equivocas, puedo perfectamente estar rodeada de chicos y no intentar nada con alguno.

—Y yo no estoy enamorada de Austin... solo que las cosas se han vuelto un poco... complicadas.

Enarco una ceja y me cruzo de brazos, ninguna puede engañar a la otra y lo saben.

—Aceptenlo chicas, así como yo acepto el hecho de que no saldré con nadie porque no-lo-necesito —hago enfasís en lo ultimo.

—¿Quieres que lo aceptemos? —el desafío baila en sus iris de colores diferentes— Les propongo un reto.

—Te escuchamos —decimos al unísono.

El enojo que sentía por haber sido engañada y llevada a la estación de bomberos, se ha disipado. Jamas podría molestarme por mucho tiempo con alguna, y viceversa.

—Durante todo un mes nos pondremos a prueba: Brook deberás hablar con Austin con normalidad, ya no podrás ignorarlo cuando quieras. Yo no coquetearé con nadie, y tú —me señala con una perversa sonrisa—, aceptaras la cita con Ethan. Tendrás prohibido deshacerte de el durante ese mes, tu unica opción será conocerlo.

Mierda.

¡No digas groserías!

—¿Y luego qué? —cuestiono.

—Si al pasar un mes sigues sin querer estar con alguien no volveré a entrometerme. Y Brook, si aún no has definido lo que sientes deberás hablarlo con él, sabes que es lo mejor.

» En cuanto a mí, si puedo soportarlo significa que habré hecho un gran avance en mi terapia.

El comedor se sume en silencio mientras la castaña y yo pensamos en si aceptar la propuesta de Dash. Siendo honesta no tengo nada que perder, sé lo que quiero, conozco mis límites, y un chico no arruinara eso. Además, mi orgullo me impide rechazar un reto.

La posibilidad de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora