𝚝𝚛𝚒𝚌𝚔 𝚏𝚊𝚒𝚕𝚎𝚍

4

La misma preparación que cada puta mañana. Aunque ahora no era tan malo,Yun por algún motivo se despertaba también y se quedaba a su lado mientras le sacaba conversación.

Desde que lo había alojado allí,ya no se sentía solo. Había actuado como el nuevo foco que iluminaria su oscura habitación... metafóricamente,no sé si quedó clara la mierda de refrán o lo que sea.

-bueno,ya me voy-

Habló el mayor mientras se retiraba de la cocina tomando la chaqueta de su traje y poniéndola en su antebrazo derecho.

Yun se levantó tan rápido que tiró la silla hacía atrás. Corriendo detrás de Armando y agarrando su brazo antes de que saliera al patio y no pudiera seguir detrás suya porque no traía pantuflas.

-e'pela...tiene la colbata baja y no me gu'ta tu peinado-

Yun acomodó la decoración del cuello y se tomó unos cortos segundos para peinar el corto cabello de su compañero.
Su cara de concentración era lo mejor que Armando había visto de Yun. Aunque ninguno de los dos se percató de los cercanas que estaban sus caras y de que chino estaba de puntitas para poder hacer bien las cosas.

-bueno...se hizo lo que se pudo-

Parloteo en broma el pelirrojo.

-si quedé peor de lo que ya estaba fue tu culpa-

-¡E'tas guapísimo hijo puta!-

Armando quedó levemente boquiabierto y su mirada irradió un brillo tan leve que se confundían con el reflejo de la lámpara en el techo sobre sus ojos.

-que cosas dices -habló mientras se pasaba la mano por la nuca,de forma nerviosa- ya me tengo que ir,vuelvo a la hora de siempre,nos vemos más tarde...hay algo para recalentar en la heladera,no se si quieres eso o...-

-¡Vete ya! Yo me aleglo (arreglo) solo-

Ambos se sonrieron y se chocaron los puños como despedida temporal.
La puerta se cerró y Yun suspiró medio cansado,para luego ir a recoger todo el desastre que habían hecho mientras desayunaban. Luego limpió la cocina y las habitaciones restantes.
No limpiaba la de Armando porque le daba miedo revisar de más y descubrir cosas que no quería,como que le gustaba el masoquismo y tenía todos los juguetes raros o esas cosas,que escondía un cuerpo bajo la cama,etc; o hasta lo más simple,y más normal,una caja de condones en alguno de sus cajones,con solo pensarlo le daba un escalofrío junto con un calor en el cuerpo.

Luego se recostó en su cama y se tapó nuevamente hasta que le diera hambre y se tuviera que cocinar.
El calor de sus mantas le dieron sueño y este empezó a acomodarse mejor para tener su siesta post- limpieza.
El calor de las mantas le hizo recordar a esa noche que Armando se puso ebrio y lo "obligó" de cierta forma a dormir con él,aunque tampoco fue muy así. Cerró los ojos con ese recuerdo y se durmió.